El ambiente pasivo no respondía, en un inicio, al panorama esperado para una residencial que hospeda al hombre que puntea en los resultados electorales del 24 de noviembre y que la noche de ese domingo declaró ser el presidente electo de la República.
Sin embargo, la tranquilidad que se difundía en el ambiente matutino desapareció en tan solo minutos con la llegada de una lujosa camioneta gris que transportaba elementos de las Fuerzas Armadas de Honduras.
Al llegar a la tranca, que permanecía cerrada para aquellos que no tenían la autorización, uno de los guardias de seguridad privada se acercó mientras la ventana de la camioneta era abierta y desde adentro se daba una señal que bastó para que el sujeto ordenará el paso libre del vehículo.
Poco tiempo después, la afluencia de automóviles con militares y elementos del Escuadrón Cobras se incrementó y en tan solo segundos tenían distribuidos más de 25 hombres armados en puntos estratégicos.
Su principal y desde ayer único objetivo era resguardar la vida del virtual presidente de Honduras.
Día 1
Con este panorama inició el primer día para Hernández luego de declararse ganador de la contienda electoral al ir punteando a sus más cercanos contrincantes: la candidata del partido Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro de Zelaya; Mauricio Villeda, del Partido Liberal, y el candidato del Partido Anticorrupción, Salvador Nasralla.
El también abogado mantenía hasta anoche, al cierre de esta edición, una ventaja superior al 34 por ciento que se traducía en 631,831 votos.
Hasta ayer, Hernández continuaba a la cabeza de los ganadores con 631,695 votos a su favor con un total de 9,360 actas procesadas.
Apenas con cuatro horas de descanso, luego de haber anunciado y celebrado su triunfo, el líder nacionalista recibió en su casa de habitación, ubicada en la residencial San Ignacio, en Tegucigalpa, a autoridades del Partido Nacional y sus asesores para iniciar su jornada tal como lo había anunciado: “con trabajo”.
Pasadas las 7:30 de la mañana, más de 15 lujosas camionetas ingresaron en el sitio con el objetivo de asistir a la reunión preparada la mañana después del gane.
Entre los visitantes, Hernández recibió a Roberto Ordóñez, gerente de campaña del instituto político, y a Eval Díaz, uno de sus más cercanos asesores en temas de seguridad.
Al resto de visitas fue imposible identificarlas ya que ingresaban a la residencia a bordo de poderosas camionetas con vidrios polarizados, algunas de ellas resguardadas por personal de seguridad que iba en vehículos escoltas.
Después de concluida esta reunión, el más joven de los presidentes de la historia democrática de Honduras se trasladó minutos antes de las 11:00 de la mañana a un hotel capitalino, donde se dio cita con las máximas autoridades del Partido Nacional para ofrecer una conferencia de prensa.
Durante la conversación con medios nacionales e internacionales, Hernández agradeció a los hondureños que le prestaron su voto y además dio a conocer el inicio de algunas acciones que servirán como base para la instalación de su gobierno.
Al concluir, Hernández sostuvo nuevamente dos reuniones de carácter privado en su casa de habitación. Una de ellas fue alrededor de las 2:00 de la tarde y la segunda a eso de las 4:30 de la tarde.
Esta última, presuntamente, fue para determinar los nombres de quienes integrarán la junta de transición que dará paso a la nueva administración.
Recorridos en el interior
Como señal de agradecimiento y para establecer desde ya un diálogo abierto entre la ciudadanía, Juan Orlando Hernández anunció que iniciará una gira al interior del país.
Hernández anunció que las visitas se realizarán por cada departamento y en las principales ciudades de Honduras.
Pidió a sus correligionarios evitar el traslado hacia la ciudad capital y sugirió la espera de su llegada a las comunidades. Hernández aseguró que esta gira se realizará para agradecer el apoyo que surgió en el interior de Honduras.
Además explicó que se darán a sus líderes de base algunas directrices para instalar el nuevo gobierno.
