Ciudad de México, México.- Netflix estrena hoy "Nadie nos vio partir", una miniserie mexicana cargada de emoción, secretos familiares y una historia real que promete no dejar a la audiencia indiferente.
La producción, basada en la novela homónima de Tamara Trottner, revive un doloroso episodio ocurrido en México durante los años 60, donde una madre emprende una búsqueda desesperada para recuperar a sus hijos tras ser secuestrados por su propio padre.
Ambientada en la comunidad judía mexicana de los años sesenta, "Nadie nos vio partir" narra el drama de Valeria (interpretada por Tessa Ía), una mujer que ve su mundo desmoronarse cuando su esposo, Leo, decide llevárselos al extranjero como acto de venganza.
Lo que sigue es una historia profundamente humana sobre la separación, el control, los prejuicios sociales y las heridas emocionales que deja la violencia vicaria: aquella que busca dañar a una mujer a través de sus hijos.
La serie está inspirada en hechos reales vividos por la propia autora, Tamara Trottner, lo que le da un tono íntimo y visceral. En entrevistas recientes, Trottner ha descrito la historia como “una carta de amor a la verdad y al dolor”, y como una manera de dar voz a quienes han sufrido silenciosamente este tipo de violencia.
Elenco
Además de Tessa Ía, la producción cuenta con las actuaciones de Juan Manuel Bernal, Emiliano Zurita, Flavio Medina, Karina Gidi, Lisa Owen, Natasha Dupeyrón y Marion Sirot, entre otros reconocidos intérpretes.
La dirección recae en Lucía Puenzo, Nicolás Puenzo y Samuel Kishi, quienes logran capturar la intensidad emocional del relato con una estética de época que transporta al espectador a la década de los sesenta.
La adaptación televisiva estuvo a cargo de María Camila Arias, mientras que la producción se filmó en locaciones de México, Italia, Francia y Sudáfrica, dando a la historia una dimensión visual y narrativa internacional.
"Nadie nos vio partir" se presenta como una reflexión sobre el papel de la mujer en un contexto donde las apariencias sociales y las estructuras patriarcales pesaban más que la justicia emocional.
A través de Valeria, la serie muestra la lucha silenciosa de muchas madres frente al despojo y la pérdida, pero también su fuerza para reconstruirse.
Más allá del drama familiar, la miniserie abre la conversación sobre la violencia vicaria —una realidad aún poco visibilizada en América Latina— y sobre cómo el amor puede convertirse, a veces, en el terreno más complejo del poder.