Cuando en “Cien años de soledad” murió José Arcadio Buendía, del cielo cayó una lluvia de minúsculas flores amarillas.
Para Gabriel García Márquez estas traían suerte, y decía que mientras hubiera flores amarillas nada malo podría ocurrirle. Y fueron ellas las que precisamente le dieron color a las grises horas que siguieron a su partida, en un espacio atestado de periodistas y elementos de seguridad.
La muerte del Nobel de Literatura se regó como la pólvora, pero nadie, además de sus amigos y familia, ha podido decirle adiós frente a su cuerpo o cenizas, la familia no ha permitido la entrada de nadie a la funeraria J. García López, donde temporalmente reposan sus restos, y donde no se realizarán honras fúnebres. La familia ha decidido llevar el luto en completa intimidad.
Lo que sí dio a conocer la familia García Barcha en un comunicado leído por María García, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), a eso de las diez de la noche del jueves, es que los restos del escritor serán cremados en una ceremonia privada, no se precisó la fecha. También se informó sobre el homenaje en el Palacio de Bellas Artes el lunes 21 a las 4:00 de la tarde, donde no se sabe si estarán sus restos. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos ha confirmado su presencia a este acto póstumo.
Según declaraciones del embajador de Colombia en México, José Gabriel Ortiz, la familia del escritor “solo aceptó el homenaje que México quiere ofrecerle a ‘Gabo’ el día lunes, (porque) ellos quieren estar en total intimidad en estos días”. No obstante, la hermana del Nobel de Literatura, Aída García Márquez, dijo que su hermano “debería regresar a Colombia”, y afirmó que “con seguridad él viene”, aunque reconoció que el tema lo tienen que definir en México los demás familiares del autor.
El periodista Jacobo Zabludovsky, quien se presentó ayer a la casa del escritor para darle el pésame a la familia, dijo que esta se encuentra en un ambiente de tristeza, pero que están tranquilos. Señaló que la viuda del escritor, Mercedes Barcha, “está muy bien, contestando constantemente el teléfono. Llena de tristeza pero tranquila”.
Colombianos lloran la muerte de García Márquez
Fueron 53 años los que Gabriel García Márquez vivió en México, pero eso no significa que Colombia viva con menor intensidad la muerte del escritor.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos decretó tres días de duelo y ordenó que la bandera en el congreso estuviera a media asta. Aracataca también está de luto, fue el lugar donde el Nobel de Literatura vino al mundo un 6 de marzo de 1927.
Desde que se supo que Márquez había muerto, decenas de personas se trasladaron hasta la Casa Museo para rendirle un homenaje al hijo más ilustre de este pueblo. “Todo el mundo se vino para la Casa Museo, esto parecía un velorio”, dijo el secretario de Cultura Municipal, José Antonio Vargas. Personas con velas encendidas y flores amarillas llegaron para recordar y llorar al escritor.
La Alcaldía de Aracataca decretó cinco días de duelo y el próximo lunes realizará un sepelio simbólico de García Márquez, de manera simultánea con el homenaje que le rendirán en México, con una procesión que saldrá con un ataúd desde la Casa Museo y recorrerá sitios emblemáticos. Luego realizarán una misa y culminarán con actos culturales en la Casa Museo.
Por su parte el alcalde de Aracataca, Tufith Hatum, pidió respetuosamente a la familia del autor y al Gobierno Nacional que sus cenizas reposen en el lugar donde vivió sus primeros ocho años de vida. “Sería un honor para nosotros como cataqueros”, dijo.