Las cenizas de Carrie Fisher, la actriz que interpretó a la princesa Leia en Star Wars y que murió a los 60 años tras sufrir un ataque al corazón, fueron depositados en el cementerio Hollywood Hills, en una urna con la forma de una pastilla del antidepresivo Prozac.
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Todd, el hermano de Fisher, llegó al funeral con la peculiar urna y señaló que era de una de 'las posesiones favoritas' de la actriz, quien hizo frente a sus adicciones a las drogas y el alcohol y diagnosticada de trastorno bipolar a comienzos de 1990.
'Sentía que era el lugar donde le gustaría estar', afirmó Fisher, quien acordó esta decisión con Billie, la hija de la intérprete.
La familia está estudiando hacer un homenaje público para ambas.
En el cementerio de Hollywood Hills reposan otras celebridades como Bette Davis, la madre de Reynolds en la cinta 'A Catered Affair' (1956), y Liberace, también amigo cercano de la leyenda del cine.
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La estrella del cine mudo Buster Keaton, el ganador del Óscar Rod Steiger y David Carradine, conocido por 'Kung Fu' y 'Kill Bill', también reposan allí.
Carrie Fisher's urn is a huge Prozac pill https://t.co/l9ns7qKcmz pic.twitter.com/0xbB7rVze2
— Hollywood Reporter (@THR) 6 de enero de 2017