Los Ángeles, Estados Unidos.- La nueva docuserie de Netflix, Fit for TV: The Reality of The Biggest Loser, analiza la experiencia de los concursantes del programa de televisión The Biggest Loser, emitido originalmente entre 2004 y 2016 y retomado en 2020.
La serie examina cómo la competencia por perder la mayor cantidad de peso se convirtió en un fenómeno televisivo y los efectos físicos y emocionales que tuvo en quienes participaron.
Los productores del programa, incluidos David Broome y JD Roth, explican que buscaban a personas con sobrepeso insatisfechas con su situación y que estuvieran dispuestas a someterse a retos extremos para generar contenido televisivo.
Los concursantes, por su parte, relatan cómo los regímenes intensivos de ejercicio y la restricción calórica —en algunos casos de 800 calorías diarias— marcaron su paso por el programa.
Algunos participantes recuerdan experiencias que incluyeron desmayos, vómitos durante entrenamientos y condiciones médicas derivadas del esfuerzo físico, como la rabdomiólisis, que afectó a la concursante Tracey Yukich durante una carrera en la playa.
Los entrenadores, como Bob Harper, explicaron que las sesiones intensas buscaban mantener la atención del público y motivar a los concursantes a lograr resultados visibles.
La docuserie también analiza los efectos a largo plazo del programa. Un estudio de 2016 sobre 14 concursantes indicó que la mayoría recuperó el peso perdido y que sus metabolismos se habían reducido. Algunos participantes, como Danny Cahill, señalan que hubiera sido útil recibir apoyo posterior al programa, como asesoría nutricional o acceso a un gimnasio, para mantener los resultados obtenidos.