Los Ángeles, Estados Unidos.- El extenso conflicto legal entre Britney Spears y su padre, James Spears, ha llegado a su fin.
Tras recuperar su libertad de la tutela la controló durante 13 años, la cantante aún tenía temas pendientes con su progenitor, especialmente en relación con el manejo de sus finanzas.
Aunque Spears acusó a su padre de administrar inadecuadamente su patrimonio e imagen, el caso finalmente se resolvió en 2024 con un acuerdo confidencial.
Sin embargo, recientemente se filtraron los términos del pacto, revelando que la artista tuvo que desembolsar una cifra millonaria para zanjar la disputa.
Según documentos obtenidos por la revista People, la intérprete de Gimme More aceptó cubrir las facturas legales de su padre, que ascienden a $ 2.12 millones.
De este monto, $ 500,000 fueron destinados al bufete Saul Ewing, mientras que $1.62 millones correspondieron a Willkie Farr & Gallagher.
El acuerdo también establece que “ninguna de las partes admite ningún hecho, reclamación, responsabilidad o delito”, dejando claro que este pago no implica reconocimiento de culpa por parte de la cantante.
Para Spears, esta resolución representa la mejor forma de dar vuelta a la página y evitar una exposición mediática mayor.
Actualmente, la también compositora se mantiene alejada de los escenarios y centrada en recuperar su estabilidad personal.
No tiene planes de regresar a la industria musical a corto plazo y, por ahora, su prioridad es reconstruir la relación con sus hijos.
Además, se espera que próximamente inicie la preproducción de su película biográfica basada en su exitoso libro The Woman In Me.