Los Ángeles, Estados Unidos.- Alyssa Milano, actriz y activista reconocida por impulsar el movimiento #MeToo, tomó la decisión de retirarse los implantes mamarios, un gesto que, según explicó, busca también romper con las presiones estéticas que podrían condicionar a su hija Bella.
"Hoy libero esas narrativas falsas, las partes de mí que nunca fueron realmente parte de mí. Dejo ir el cuerpo que fue sexualizado, que fue abusado, que creí necesario para ser atractiva, amada, exitosa y feliz", compartió en Instagram, donde publicó una fotografía desde el hospital antes de la cirugía.
Milano subrayó que su postura responde a una experiencia personal y no desconoce que para otras mujeres los implantes pueden significar libertad o belleza.
"Lo que para mí es una narrativa falsa puede ser justo lo correcto para ellas y me alegra mucho que todas podamos encontrar nuestra feminidad y paz en nuestros propios términos", apuntó.
En su mensaje enfatizó que su identidad no depende de intervenciones estéticas.
"Hoy soy amada, soy femenina, soy atractiva y tengo éxito. Nada de eso se debe a mis implantes. Seguiré siendo todo eso cuando despierte y ya no estén (...) Hoy soy yo misma. Hoy soy libre", escribió.
La actriz, conocida por su papel en Charmed ("Embrujadas"), mantiene una trayectoria como voz crítica en la industria audiovisual desde que un tuit suyo en 2017 dio proyección mundial al #MeToo, surgido originalmente en 2006.
Desde entonces, consolidó su activismo con proyectos como el pódcast Sorry Not Sorry, centrado en los derechos de las mujeres y problemáticas sociales como el racismo.