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Alejandro Espinoza, el escultor del Bicentenario

El artista ha realizado dos murales en piedra, uno en el Ocotal, Santa Bárbara, y otro al sur de Tegucigalpa para el Bicentenario de Honduras

FOTOGALERÍA
28.09.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Como si en un sueño los antepasados mayas le susurraron al oído representar su cultura, Alejandro Espinoza no necesita más que una almágana y un cincel para cumplir su deseo de enaltecer un patriotismo casi al borde del olvido con murales en piedra.

Espinoza es persistente, no hay en él un atisbo de inseguridad cuando habla de sus murales y tampoco le gusta ponerse un límite de tiempo para realizarlos, eso sería restringir la creatividad que le dicta cómo plasmar de forma detallista y delicada un talento que brilla por sí solo.

Tiene 43 años, es capitalino de nacimiento y desde que era un niño comenzó a demostrar sus dotes artísticos elaborando sus propios juguetes, dibujando e imaginando que llevaría sus creaciones a un nivel superior.

Años más tarde estudió en el Instituto Central Vicente Cáceres y luego en el Jesús Aguilar Paz; no logró graduarse, pero fue aquí donde nacieron sus valores patrióticos pues participaba con orgullo en los actos cívicos.

Su sueño en ese entonces era poder tener un apoyo económico para estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes, sin embargo, su talento pasó desapercibido.

Aún así no se rindió, aparte de realizar trabajos de carpintería también esculpía pequeñas figuras para su hogar.

Su talento es empírico, tiene una mente casi fotográfica, él observa en internet las representaciones mayas o habla con las personas para conocer las cosas típicas o coloniales de la zona y las detalla en los murales.

Se autodenomina a sí mismo como “romántico” cuando habla del patriotismo que lo caracteriza y explica que su creatividad es algo que es parte de su identidad genética.

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Escultor Bicentenario Alejandro Espinoza (3)(800x600)Espinoza también esculpió las letras de la palabra Bicentenario en alto relieve, a la par la fecha en la que Honduras firmó el acta de independencia (1821) seguida del 2021 y el escudo de la disuelta República Federal de Centroamérica. Fotos: Johny Magallanes / EL HERALDO.

Espinoza también esculpió las letras de la palabra Bicentenario en alto relieve, a la par la fecha en la que Honduras firmó el acta de independencia (1821) seguida del 2021 y el escudo de la disuelta República Federal de Centroamerica.

Mural del Bicentenario

La idea de realizar su primer mural surgió en el 2020 durante la cuarentena, como una forma de huir del encierro y de la pobreza en la que se embargaba el país.

Recordó que en 2021 Honduras cumpliría 200 años de independencia y se decidió a realizar uno de sus sueños, honrar a su Patria.

Se encaminó al bulevar de la Comunidad Económica Europea, a la par del centro comercial Metromall, un lugar en el que se destacaba el asfalto gris que parecía no tener fin y que era visitado por las personas solo cuando había un accidente o cuando eran obligadas a detenerse por el tráfico.

Allí Espinoza trabajó los primeros dos meses, en este lapso plasmó en medio del mural el sol ( Kinich Ahau en maya), dios del cielo y la sabiduría; y justo a la par Ixchel, la diosa luna, símbolo de la fertilidad.

Seguido representó una figura maya que tiene un collar parecido al que llevaban los reyes de esa cultura y brazaletes en sus manos y pies; además esta personificación sostiene una carga pesada en su espalda que logra sobrellevar por una banda que le cruza la frente.

Espinoza también esculpió las letras de la palabra Bicentenario en alto relieve, a la par la fecha en la que Honduras firmó el acta de independencia (1821) seguida del 2021 y el escudo de la disuelta República Federal de Centroamérica.

El artista tuvo días difíciles esculpiendo el mural del Bicentenario, su situación económica muchas veces lo limitaba, a pesar de eso hubo personas que le regalaban comida o propinas, pero eso no era todos los días.

Debido a este factor tomó la decisión de trabajar por temporadas, a veces esculpía dos meses o uno, sin embargo, ya casi se acercaba la fecha de la independencia y se apresuró a terminar el regalo para su patria.

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Esta vez agregó al mural el ave nacional de Honduras, Ara Macao o guacamaya roja, un animal que también era apreciado por las antiguas civilizaciones como los mayas que utilizaban sus plumas rojas para decorar trajes, joyería y escudos de los gobernantes.

Posteriormente, fue incluyendo detalles muy representativos, como el dios de muchas culturas mesoamericanas - incluyendo la maya - Quetzalcóatl o como se le conoce comúnmente: serpiente emplumada.

Una mezcla de pájaro y serpiente, cuyo nombre es una combinación de las palabras en náhuatl “quetzal” que significa pájaro emplumado esmeralda, y “coatl” que quiere decir serpiente.

Encima de la serpiente emplumada, con un suelo que los separa, se encuentran dos casas coloniales y un fogón, características de lugares rurales de Honduras.

El 15 de septiembre, cuando el mural ya estaba terminado, los ciudadanos y medios de comunicación no tardaron en llegar a tomar fotografías y el trabajo de Espinoza fue conocido por miles de personas que admiran su talento en redes sociales.

Encima de la serpiente emplumada, con un suelo que los separa, se encuentran dos casas coloniales y un fogón, características de lugares rurales de Honduras. Fotos: Johny Magallanes / EL HERALDO.

Encima de la serpiente emplumada, con un suelo que los separa, se encuentran dos casas coloniales y un fogón, características de lugares rurales de Honduras.

Los sueños tienen costos

Próximamente Espinoza planea hacer una gira por todo el territorio hondureño y lograr hacer al menos dos murales característicos de cada departamento y así promover el turismo.

'Se pueden hacer cosas que llamen al turismo, que el turista diga esto yo no lo había visto, vamos a verlo, esa es la idea', explicó.

Una de las cosas más importantes para Espinoza es preservar la historia de los diferentes lugares de Honduras y la cultura maya.

'Si lo maya que es lo antiguo todavía sigue en pie, todavía vemos las cosas que están en Copán porque no lo podemos explotar ahorita, si es el mismo talento, es el mismo arte, digamos lo que nosotros ahorita vemos actual en un futuro se va a ver antiguo, entonces van a decir: mira cómo eran antes las casas aquí, mira cómo eran los edificios', detalló.

A cambio, lo único que desearía son personas que se interesen en su proyecto y que lo apoyen económicamente, que es uno de los mayores obstáculos para lograr hacer realidad su sueño de compartir con los hondureños el amor a su nación.

'Necesito a alguien que esté interesado en el proyecto que yo ofrezco, que es dejar grabada la historia de Honduras, que me puedan ayudar financieramente que es lo que yo necesito, yo llego a una comunidad y yo sé que lo que yo hago les va a gustar y van a decir, sí hágalo, pero de repente lo económico me limita muchas veces', expresó Espinoza.

'Si yo he hecho todo lo que he hecho con poco, imagínese lo que podría hacer si tuviera apoyo económico', agregó.

El artista tuvo días difíciles esculpiendo el mural del Bicentenario, su situación económica muchas veces los limitaba, a pesar de eso hubo personas que le regalaban comida o propinas, pero eso no era todos los días.

El artista tuvo días difíciles esculpiendo el mural del Bicentenario, su situación económica muchas veces los limitaba, a pesar de eso hubo personas que le regalaban comida o propinas, pero eso no era todos los días.

Situación de su hija

Alejandra es la hija de Espinoza y fue hospitalizada hace 15 días en el Instituto de Hondureño de Seguridad Social (IHSS) debido a problemas relacionados con el apéndice.

A pesar de ingresar a emergencia cuando se presentaron las primeras complicaciones en este centro asistencial no consideraron que tuviera ningún riesgo y Alejandra regresó a su casa.

Tiempo después se le reventó el apéndice, algo que los médicos llaman apendicitis perforada, que es un problema grave debido a que lo orificios que se hacen en este órgano permiten que pasen heces, mucosidad y otras sustancias, lo que podría esparcir la infección por el abdomen.

A Alejandra le realizaron un ultrasonido para saber si se habían infectado otros órganos y todo indicaba que no tendría ningún problema, no obstante, sí presentó una acumulación de pus que se le formó en el abdomen.

Debido a esto ha tenido dos operaciones que consisten en drenar la pus introduciendo un tubo a través de la pared abdominal.

Existe una posibilidad de que Alejandra necesite una tercera operación si aún sigue produciendo pus, hasta el momento Espinoza se ha gastado los pocos ingresos que entran a su hogar en comprarle los antibióticos que la hacen sentir mejor.

Cada mañana Alejandro Espinoza se despierta con la esperanza intacta, con persistencia y trabajo solo quiere cumplir su sueño de expresar el amor a Honduras con su arte.

9870-1951

Es el número del escultor Alejandro Espinoza, por si desea contactarlo para apoyarlo en sus proyectos o el tratamiento de su hija.