Catastrófica derrota hunde a Libre y debilita su peso político
Según datos del TREP, Libre perdió bastiones como Colón, Santa Bárbara y Olancho; obtendrá unos 34 diputados y su militancia se reduce a un 21% en relación con los votos obtenidos en 2021
- 02 de diciembre de 2025 a las 13:34
Tegucigalpa, Honduras. Aunque los datos de los comicios generales del domingo 30 de noviembre aún son preliminares, las tendencias muestran que el partido Libertad y Refundación (Libre) sufrió uno de sus mas grandes reveses en su caudal político y en el número de diputados.
Para el abogado y analista Juan Carlos Barrientos, los electores se desencantaron de Libertad y Refundación y le dieron la espalda porque es un partido de “mentirosos, que resultaron peor que los nacionalistas de Juan Orlando Hernández; más ladrones, más corruptos, se emborracharon de poder y creyeron que iban a estar como (Daniel) Ortega, 30 años en el poder, y ese tipo de cosas a la larga hacen daño”.
De acuerdo con Barrientos, los políticos deben entender que la vida da vueltas y que al llegar a los cargos, otorgados por el voto ciudadano, deben tener una voluntad de servicio.
Barrientos recalcó que el domingo pasado el pueblo demostró que está harto y hastiado de los malos gobiernos, así como de la gente "mentirosa" que se enriquece en cargos de elección popular.
“Así como la gente salió en masa a votar en contra de Juan Orlando, así salió a votar en contra de Xiomara y todo ese grupo de izquierda pro Venezuela, pro Cuba. La gente no quiere comunismo en este país”, analizó.
Caída libre
Desde su primera participación como partido político en los comicios de noviembre de 201,3 cuando obtuvo 896,498 votos, Libre venía en ascenso, alcanzando en las elecciones generales de noviembre de 2017 más de 1.3 millones de sufragios.
En ocho años Libre se convirtió en la primera fuerza política del país al lograr en noviembre de 2021 —en alianza con el Partido Salvador de Honduras (PSH)— un caudal que supera los 1.7 millones de votos, sin embargo, este domingo reciente todo su caudal se le está derrumbando al llegar apenas a los 360,000 sufragios con el 57% de las actas procesadas, según el recuento de este lunes a la 1:00 de la tarde.
Los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) muestran que Libre está perdiendo en los departamentos que desde el 2013 eran sus bastiones. Colón se lo arrebató el Partido Liberal; Santa Bárbara y Olancho se los quitó el Partido Nacional.
A criterio del abogado y también analista, Nelson Castañeda, director de la unidad de seguridad y justicia en la Asociación para una sociedad más justa (ASJ), la caída de Libre va desde su militancia —cierta parte muy violenta y conflictiva— el actuar en el gobierno, y porque nunca tuvo una estrategia de comunicación.
"Ellos nunca estuvieron claros cómo vender lo bueno, pero claro, no se vende lo bueno si desde dentro del mismo partido se dedican a despotricar contra la gente. Otros elementos que lo golpearon fueron los actos de corrupción, el nepotismo, el amnistiar a sus corruptos, las implicaciones con el narcotráfico, el narcovideo de Carlos Zelaya, el eliminar la extradición y la relación con Nicolás Maduro", considerado por Estados Unidos como el líder del Cartel de los Soles, detalló.
“Ellos creyeron que la gente es tonta y la verdad que el pueblo hondureño mira y tiene bien claro el panorama. Los ciudadanos vieron que los funcionarios de Libre en el gobierno replicaban casos muy similares cometidos por el Partido Nacional en el pasado y que ahora se están juzgando y persiguiendo”, aseguró.
Otro aspecto que le afectó fue su trillado discurso de 12 años de narcodictadura, del golpe de Estado, luego están la violencia física causa por los colectivos y la alta conflictividad generada por los funcionarios del gobierno a través de las redes sociales atacando a periodistas, medios de comunicación, defensores de derechos humanos, a gente de la sociedad civil y a los diplomáticos extranjeros, agregó Castañeda.
Para él, la propia base de Libre fue maltratada, mientras la alta dirigencia se repartía el poder y repartían puestos de trabajo entre sus familiares. Dijo que gobernaron con soberbia, se creyeron poderosos, decían que la elección de 2021 la ganaron con su propio voto, sin reconocer los votos de las personas que querían sacar al Partido Nacional del poder y los que les aportó Nasralla.
Entonces "esa falta de humidad les pasó una enorme factura cuyo desenlace es la derrota".
Asimismo, su pelea interna por el poder llegó a ser tan carnívora que los diputados de Libre desde la primera sesión en enero de 2022 se dividieron cuando Luis Redondo fue impuesto a patadas y de manera ilegal como presidente del Legislativo, dejando como resultado un Congreso que pasará a la historia como uno de los más anárquicos e improductivos.
Al final, "el círculo de odio, de amenaza, de persecución que provocaron se les revirtió llevando a que la gente se desencantara y determinara no darle otra oportunidad de cuatro años más", analizó Castañeda.
Diputaciones
Según las declaraciones oficiales de las autoridades electorales, en la elección de noviembre de 2013, Libre logró obtener 37 escaños en el Legislativo, en los comicios de 2017 bajó a 32 curules y en el 2021 subió a 48 congresistas, no obstante, de acuerdo con los datos del TREP, esta vez su presencia en el hemiciclo caería a los 34 diputados. Este drástico descenso no le permite a Libre alcanzar la mayoría calificada (86 votos) para sostener en el puesto a figuras como el fiscal general.
El analista Héctor Soto manifestó que, por el momento, los resultados electorales se están analizando desde un TREP que Libre no reconoce. “Lo que uno sí percibe es que Libertad y Refundación siempre ha sido un partido de izquierda con mucho voto independiente, que se ha identificado con ellos, pero esta vez le dio la espalda”, dijo.
Igualmente “teníamos un partido Libertad y Refundación que, aunque tenía una postura de izquierda, hablaba desde el centro ideológico, pero en esta oportunidad lo ubicó en el extremo y dejó de hablarle al centro. Así que el centro no sintió que Libre le propuso algo”.
Para él, el elemento que impactó mucho es que Libre, aunque es un partido de izquierda, planteó una forma distinta de gobernar, unos valores éticos diferentes, una práctica política diferente, pero siendo gobierno —y esto le pasa a todos— corre el riesgo de que el poder desgaste.
Y es que Libre siendo poder tuvo dificultades, como el caso de Sedesol, los contratos que involucran a algunos de sus diputados y la línea ética en la forma en cómo desarrollaron su campaña, criticó Soto.
“Aunque al final la gente percibiera que es un partido que logró muchas cosas siendo gobierno, pues también resultó un partido que replicó cosas que también criticó. Un voto duro no lo castiga, pero un voto independiente, sí", afirmó.
Ahora si gana el Partido Liberal o Nacional, lo cierto es que en el área legislativa “se estarían haciendo como unos 90 diputados y dada la cercanía como oposición lograrán tener una mayor capacidad de diálogos como para tener un congreso eh funcional", avizoró.
Desafío
Por otro lado, Barrientos explicó que el nuevo gobernante, sea Salvador Nasralla, del Partido Liberal, o el nacionalista Nasry Asfura tendrán como desafío retomar puntos importantes que constituyeron fracaso por el gobierno de Libre como ser la traída de la CICIH o comisión antimafia, para efectos de la lucha contra la corrupción.
El otro tema es la aprobación de una ley tributaria, pero que no sea con los componentes que tiene el proyecto de Libre, sino que deben reordenarse las exoneraciones fiscales, pero de una manera equitativa. “No en la forma grotesca como Libre pretendía aprobarla”, recalcó Barrientos.
Igualmente, el nuevo gobernante tendrá que reducir el gobierno, porque en los últimos años se crearon una serie de instituciones que no sirven para nada o solo están ahí para crear corrupción, por ejemplo: Sedesol, la Secretaría de Transparencia y la Secretaría de Derechos Humanos.
“Para prevenir lo que pasó con el tema de las Fuerzas Armadas, me parece que ese artículo 272 hay que reformarlo o hay que derogarlo, porque le da mucho poder a los militares, igualmente hay que regular en la Ley Electoral sobre lo ¿qué pasa cuando un concejal no quiere ir a las reuniones”, puntualizó Barrientos.