TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aunque la población ha venido clamando por el traslado de las rebajas a los combustibles al costo de la canasta básica, son cinco meses y medio el plazo requerido para que se reporten cambios de precios de los bienes al igual que servicios en el país.
De conformidad con datos del Banco Central de Honduras (BCH), la Gerencia de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) destacó en su más reciente boletín este término como parte de la rigidez.
Tal condición se manifiesta cuando un bien o servicio presenta cierta resistencia al cambio o a la adaptación, dificultando los ajustes necesarios para volver alcanzar el equilibrio en el mercado.
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Seis son los factores que influyen en la rigidez nominal de precios en el territorio hondureño, siendo uno de ellos el valor de los carburantes, cuyas alzas rondaron el 26% y 28% en el caso de las gasolinas y del 41% en cuanto al diésel, afectando los costos de la estructura productiva.
Los problemas en la cadena logística internacional sobre los fletes marítimos están provocando tiempos más largos de espera para la llegada de mercancías acompañados de precios más altos. Además, influyen los históricos valores de los fertilizantes y el subsidio cruzado en materia energética.
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Solo 6% de productos de la canasta básica han bajado de precio
La Asociación para la Defensa de la Canasta Básica de Honduras (Adecabah) cuestionó que pese a la baja en el precio de combustibles apenas cinco (6%) de ochenta productos que se fueron al alza han bajado su valor.
“Después de las siete rebajas en los carburantes, eso nos indica que las autoridades competentes tienen que exigir al sector privado que trasladen la disminución a los consumidores”, instó Adalid Irías, titular de la Adecabah.
Entre los productos que bajaron de precio destacó el quintal de maíz, que pasó de 690 a 675 lempiras, y el quintal de frijol, de 1,550 a 1,450. Más allá de las bajas, advirtió que podría subir el precio de la harina
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