Ahora que regresas de la playa con muchos recuerdos en tu mente y poco dinero en el bolsillo, es bueno saber que dejar de pagar un préstamo o la tarjeta de crédito, te puede generar graves problemas en el corto plazo.
Los técnicos señalan que el pago puntual de las deudas contraídas debe tener prioridad sobre los demás gastos del mes. Es por eso que recomiendan que nunca se debe optar por dejar de pagar un préstamo como solución a un problema económico, porque lejos de ser la alternativa, será el comienzo de problemas mucho peores y el comienzo de tomar decisiones equivocadas.
Los riesgos son diversos, dependiendo del compromiso que se deja de honrar, para el caso, si se trata de un préstamo hipotecario sobre una vivienda u otro inmueble, la entidad bancaria solicitará a un juez la ejecución de la hipoteca.
Tendrás otro plazo para poder saldar la deuda (que ya será considerablemente mayor que al principio), pero si no se hace así, se subastará la casa, se tendrá que abandonarla y se perderá cualquier derecho como propietario.
Si no se consigue subastar la vivienda por el importe total que se debe al banco, más los gastos, entonces, aún después de perder la vivienda, esta persona enfrentará una deuda con el banco, que podrá exigir el pago a sus avalistas o embargar los otros bienes.
Las opciones
Los técnicos de la página especializada www. tusfinanzastufuturo.com, recomiendan que si una persona enfrenta problemas para pagar una deuda contraída con una entidad financiera, entonces, lo primero que se debe hacer es hablar con el banco, cooperativa o financiera.
Las entidades prefieren cobrar, aunque sea con retraso, que tener que iniciar reclamaciones jurídicas.
En el caso de que se caiga en morosidad en el pago de un préstamo personal, se pone en garantía la totalidad de los bienes presentes y futuros. Ante una situación de impago prolongado la entidad podría conseguir que un juez embargue estos bienes, que incluyen la vivienda, el carro y las cuentas bancarias, para saldar la deuda.
