Por cada lempira a recaudar en concepto de impuestos, Honduras pierde entre 20 y 40 centavos.
Entre los factores que explican la elevada evasión fiscal se mencionan la carencia de un programa de profesionalización del recurso humano que trabaja en la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) y la falta de tecnología para eficientar la administración tributaria.
Para mejorar la recaudación de impuestos, el gobierno de Porfirio Lobo Sosa aprobó, el 16 de agosto de 2012, la intervención de la DEI y el nombramiento de una comisión -Reynaldo Ramírez Rodríguez, Jorge Yllescas Oliva y Roberto Jerez-, que en un plazo de 120 días debía presentar un plan de acción para someter esa institución a un proceso de reingeniería.
La junta interventora elaboró y presentó el diagnóstico, y una de las medidas que fue anunciada de manera reiterada era la necesidad de reducir el número de personal permanente y por contrato que labora en la Dirección Ejecutiva de Ingresos.
El Departamento del Tesoro de EE UU y el BID han venido brindando asistencia técnica, pero los resultados han sido pocos. El proceso de reingeniería sigue estancado.
Acelerar transformación
Una serie de opiniones y estudios de organizaciones nacionales e internacionales coinciden en la necesidad de fortalecer la administración tributaria.
Hugo Noé Pino, exsecretario de Finanzas y directivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), sostiene que la DEI no está respondiendo a las necesidades que tiene el gobierno de incrementar las recaudaciones tributarias.
No obstante, el gobierno aprobó una serie de medidas en la Ley de Fortalecimiento de los Ingresos, Equidad Social y Rascionalización del Gasto Público (Decreto 17-2010), pero los resultados no han sido los deseados.
“La administración tributaria requiere una profunda transformación si realmente se quiere aplicar el contenido de las leyes aprobadas”, concluye el “Diagnóstico de las finanzas públicas de Honduras”, el que fue preparado por el Icefi.
La administración Lobo Sosa ha aprobado ocho reformas fiscales, las que han tenido un impacto en los ingresos tributarios, pero el rendimiento de las medidas ha estado alejado de las proyecciones oficiales. Durante el período 2009-2012, los ingresos tributarios pasaron de 39,035.1 a 52,477.8 millones de lempiras, con un aumento de 13,442.7 millones.
Agrega que existen fuertes deficiencias profesionales en parte del personal, así como limitaciones de carácter tecnológico y legal para poder cumplir con la misión de recaudar impuestos.
“Es necesario, en el mejor de los intereses de la sociedad hondureña, que esta institución tenga cambios profundos en el futuro cercano”, subraya el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales.