Autoridades del Banco Central de Honduras (BCH) anuncian oportunidades para gestionar financiamiento internacional por 540 millones de dólares en el presente año para realizar programas y proyectos.
El presidente del BCH, Marlon Tábora, expresó que aún no existe fecha para establecer una negociación para suscribir un acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional (FMI). Sin embargo, al llegar a suscribir este convenio, el país podrá acceder a unos 200 millones de dólares por concepto de apoyo presupuestario y, además, se han identificado recursos en condiciones concesionales a bajas tasas de interés y plazos entre 30 y 40.
Los plazos dependen del tipo de recursos y las entidades que los financie. En este momento se desconoce, también, si el próximo acuerdo a suscribirse con el FMI será stand by o supervisado.
“Hemos mantenido, de manera previa, conversaciones con ellos (FMI) para discutir la calidad y el tipo de políticas que deberán ser requeridos”, indicó.
Por otra parte, también se anunció que Japón ofreció financiamiento por 120 millones de dólares, destinados a potenciar las centrales hidroeléctricas de la
Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE). Además, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) financiará programas en Honduras por un monto de 220 millones de dólares y este año vence la estrategia de país con el Banco Mundial (BM).
Los próximos recursos que sean gestionados con el BM estarán relacionados con la manera como sea estructurado este mecanismo de financiamiento.
Fue del parecer que al llegar a un acuerdo con el FMI se respaldará un Programa Monetario que permita mantener políticas y metas vinculadas con la disciplina fiscal y que posibilite una reducción de las tasas de interés. “Muchos han sugerido que el Banco Central debe realizar acciones y mecanismos para reducir las tasas de interés.
Esta situación obedece a las fuerzas del mercado, porque en la medida que el gobierno tenga finanzas públicas ordenadas y demande menos recursos de parte del sector financiero, entonces, existirán más fondos para financiar la producción y las tasas de interés bajarán”.
Ajuste estructural
Por otra parte, se anuncia un ahorro del 10% del gasto corriente contemplado en el Presupuesto General de la República de 2014, mediante una reducción de la masa salarial, que permita trasladar una mayor cantidad de recursos a programas sociales y al servicio de la deuda pública, informó Tábora.
El funcionario expresó que reconocerán los derechos de los empleados públicos que deseen retirarse de la administración pública. El gasto corriente para el presente año se estima en 70,000 millones de lempiras, por lo cual, es muy posible que el Gabinete Económico busque una reducción de unos 7,000 millones.
Según Tábora, se respetarán los derechos laborales de todos los empleados públicos que tienen derecho a recibir después de trabajar tantos años en esta dependencia y que estén interesados en retirarse del gobierno.
“En ningún momento estamos hablando que se despedirá gente, lo que estamos haciendo es racionalizar los recursos del Estado y no esperamos llegar a enfrentar demandas laborales”, dijo.
El funcionario fue del parecer que tampoco se tiene establecido un número de personas que dejarán de laborar con el sector público.
Divisas
Por otra parte, el entrevistado indicó que las reservas internacionales a finales de diciembre de 2013 se contabilizaron en más de 3,000 millones de dólares y en la actualidad ascienden a 3,117.6 millones.
“La economía -del país- se comienza a dinamizar una vez que comienza el año y en estos casos se demanda una cantidad adicional de divisas. No prevemos que esto represente un cambio abrupto en la disponibilidad de la moneda extranjera”, indicó el presidente del Banco Central.
En la medida que la estructura de la economía, continuó, esté más enfocada a la importación de bienes como el maíz, las verduras y se gaste un mayor volumen de combustibles, entonces existirá una mayor presión en contra de las reservas
internacionales.
Para el presidente del BCH se debe cambiar el creciente comportamiento de importar bienes y servicios que pueden ser producidos en el país para evitar la fuga de divisas.