Economía

Bioseguridad, clave para la reapertura inteligente de la economía hondureña

Se deben aplicar más pruebas, protocolos de bioseguridad en las empresas, identificar casos sospechosos en trabajos y distribuir tratamientos médicos. El toque de queda se extiende por otra semana

01.06.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Fredy tenía 76 días de haber sido suspendido de su trabajo sin goce de sueldo por el cierre temporal del call center donde laboraba. La parálisis provocada por el covid-19 fue letal para la empresa.

La tarde del viernes, su superior le notificó a través de una llamada telefónica que hoy la empresa iniciará con la fase cero para poder operar gradualmente a partir del lunes 8 de junio gracias a la reapertura inteligente.

En medio de distribuciones masivas de tratamientos, la contratación de más médicos y medidas de bioseguridad para combatir el covid-19, Honduras reiniciará sus actividades laborales progresivamente.

La ruta parece verse más clara a raíz de que para este lunes está fijado el inicio de la fase cero -etapa previa- de la reapertura inteligente de la economía, que consiste en preparar los lugares de trabajo, adoptar los protocolos de bioseguridad, capacitar a los empleados y gestionar salvoconductos para iniciar de forma gradual el funcionamiento que entraría en vigor.

Para que este plan tenga éxito es de vital importancia que se garantice una mayor aplicación de pruebas, dotación de equipo para hospitales, medicamentos en todos los centros de salud, sustitución de personal sanitario y estructurar el equipo de fiscalización que verifique el cumplimiento de medidas de bioseguridad en empresas, iglesias o cualquier otra organización.



Vea: ¿En qué fase podría iniciar tu municipio o empesa en la reapertura inteligente?

Control del virus

Este plan fue propuesto por una mesa multisectorial, que agrupa a la empresa privada y organismos sociales, al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), que anoche mismo dio luz verde a la reapertura progresiva al comunicar también la ampliación del toque de queda del 1 al 7 de junio.

Previamente, representantes de este equipo expusieron la estrategia a medios de comunicación. Un punto clave es que las medidas de control del virus, en lugar de flexibilizarse, se deben intensificar durante esta etapa.

Por ejemplo, Alden Rivera, representante del sector privado en la mesa multisectorial, enfatizó ayer en la conferencia que al 10% del personal de las grandes empresas involucradas se les aplicarán pruebas PCR o rápidas para monitorear el estado de salud.

Una responsabilidad mayúscula recae en los patronos. El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, expresó que los empresarios tienen la obligación de reportar con anticipación si uno de sus empleados llegar a contraer el virus para evitar un brote.

Mateo Yibrín, representante de los empresarios ante la mesa sectorial, dijo que en el transcurso de esta semana se distribuirán a nivel nacional al menos 100,000 medicamentos del tratamiento MAIZ y unos 48,000 de Catracho.

“Esta semana van a haber disponibles a nivel nacional 100,000 tratamiento MAIZ a nivel nacional y otros 100,000 dentro de dos semanas, también 48,000 de Catracho”, puntualizó.

“Si las proyecciones no fallan, eso es más de lo que se va a ocupar en junio; si se cumple lo que el gobierno ofreció, en medicamentos no habrá problema”, añadió.

Al menos 3,000 miembros del personal de la salud, que fueron contratados, serán distribuidos en los 94 centros asistenciales del país entre hospitales, policlínicos y centros de salud a raíz de la reapertura inteligente, precisó el mandatario Juan Orlando Hernández.

También: ¿Cuáles son los trabajos en los que hay más contagios?

Sigue el toque de queda

Carlos Madero, secretario de Trabajo, aclaró que la reapertura inteligente va de la mano con el confinamiento o las restricciones de circulación. Así también quedó establecido en el comunicado de anoche de Sinager. La movilización se mantiene en un dígito por día.

Los representantes de la mesa sectorial hicieron hincapié en que el salvoconducto tiene fines laborales, por lo que no tiene validez para ir al supermercado, al banco u otros negocios.

Aunque muchas naciones de Europa reabrieron su economía hasta cuando la curva venía en pleno descenso, la crisis económica del país obliga a los hondureños a desafiar el coronavirus, pero bajo estrictos protocolos que pondrán a prueba las capacidades nacionales.

Autoridades gubernamentales y representantes de la mesa multisectorial presentaron a finales de mayo la estrategia de reapertura a “la nueva normalidad” en la que proponen iniciar el 8 de junio próximo.

Este plan está contemplado para realizarlo gradualmente por municipios -de acuerdo con la cantidad de casos y densidad poblacional- en cinco fases, con una duración de hasta casi tres meses.

En el peor de los casos, es decir, que exista un brote de covid-19, la opción planteada es cerrar el municipio bajo la recomendación de una unidad técnica que medirá el impacto de la pandemia de manera continua, aseguró Madero.

La reapertura inteligente de la economía está basada en la coordinación de todos los sectores; protección del mercado interno y comercio exterior; apertura progresiva y con enfoque territorial; nueva cultura de trabajo bajo protocolos y estricta vigilancia; y continuar paralelamente con el confinamiento.

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Gradualidad

En el caso de la progresividad territorial se definieron tres regiones tomando en cuenta la densidad poblacional, el número de casos positivos, la capacidad de atención médica y la relevancia económica de cada municipio.

En tanto, para la reincorporación laboral se hará en cinco fases con intervalos de 15 días para que un porcentaje de los empleados se vaya sumando hasta alcanzar su totalidad. Cada fase implica ir sumando al 20% de los empleados.

La Región 1 abarcó los 232 municipios que no tenían casos de covid-19 al momento de la formulación del plan. Las empresas de estas zonas empezarán con la reincorporación del 60% de los empleados en su etapa inicial, subiendo a 80% unos 15 días después y alcanzando el 100% en la fase final.

La Región 2 contempló 53 municipios que tenían infectados, pero con baja incidencia -de 1 a 30 casos-. Aquí se reincorpora el 40% de los trabajadores en la primera fase, 60 en la segunda, aumentará 20% hasta llegar al 100% en 60 días.



En la Región 3, que son 13 municipios con alta incidencia de casos y alta densidad poblacional, se permitirá inicialmente el regreso del 20% de los empleados, aumentando en 20% cada 15 días para alcanzar el 100% en 75 días -de junio a agosto, tentativamente-.

El presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) de San Pedro Sula, Carlos Umaña, estimó que no es una reapertura inteligente, sino que es obligatoria.

“Esto ocurre porque la mayoría de las personas son pobres, viven del día tras día. Es necesario por el bien de todos, pero puede acelerar los efectos catastróficos de la enfermedad”, puntualizó.

De esta manera, el gran reto es mover los engranajes de la economía manteniendo el control de la enfermedad.

Sinager comunicó ayer que Honduras alcanzó los 5,202 infectados (108 personas dieron positivo en esas 24 horas) y los 212 fallecidos por covid-19 (11 se sumaron a la lista). Hubo un caso más en la cifra de recuperados, que ascendió a 537.



Analistas dicen que eso es apenas el inicio de una curva pandémica extendida y lenta, distante aún del pico, o sea, de lo más crítico.

En tanto, restaurantes, farmacias, gasolineras, supermercados y ferreterías han sido algunos de los negocios que han estado funcionando en medio de la pandemia.

Los efectos del virus se han sentido en Honduras: la Secretaría de Trabajo reporta más de 175,000 empleados que han sido suspendidos sin goce de sueldo en los últimos dos meses en las empresas formales.

En cambio, en el sector informal se estima que unas 900,000 personas no tienen ningún ingreso.