Frío, como los números que trajo de la gira por el norte (un punto de 12 posibles), el Rey de Copas se hundió en el más bajo de sus rendimientos y en el Morazán apenas corroboró que se le está acabando la dosis de suerte que mantenía con vida un proyecto que ya no hechiza...
Al final, clarito y justo gane 3-1 de la Máquina, el equipo de Hernán Medford que no se atolondró ni con el empate de Roger Rojas; con la ayuda del novato portero Francisco Reyes y todos sus nervios juntos, el Búho supo gritar en el partido que su hinchada no le permite perder y ya es segundo lugar.
Fuerzas parejas...
Y pensar que Olimpia pidió la pelota y tuvo el control momentáneo. Pero la Máquina fue la que se encontró con la gloria al minuto 27. Fue un gol trabado, que entró cuando Nico Cardozo le puso la punta de su taco a una pelota que rebotó de Fabio de Souza y engañó a Franz Arévalo y a Francisco Reyes. Un suspiro después (al 28), Roger Rojas definió perfecto un pase exacto de Bayron Méndez y puso el 1-1.
Un solo equipo...
Olimpia perdió brillo y a Douglas Caetano (lesionado de la rodilla), mientras Real España se encontraba con un regalito del Panchi Reyes: al 48, un centro inofensivo de Gerson Rodas se encontró con la fría respuesta del uno del Albo, que pensó que la bola iba a salir.
Empezó Olimpia, entonces, a proponer lo único a lo que se atreve: centro al área y algún cabezazo salvador. Una y otra vez, casi siempre terminando en la zaga comandada por Sergio Mendoza. En Olimpia nadie inventa algo diferente y adelante son pocos los que mojan.
Antes de la roja a Barahona, Cardozo volvía a vacunar a Panchi. A puerta vacía, recibía servicio de JuanRa Mejía y liquidaba el pleito, por más que Harlinton Gutiérrez se fuera expulsado al 90+1. Olimpia nunca preocupó a Luis López y ahora solo preocupa a su fanaticada...