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Ramiro Bruschi especialista en grandes finales

A días de la gran final ante Marathón, se lamenta que en la grada no contará con su fan número uno, su madre Mirian Sanguinetti, a quien el martes fue a despedir al aeropuerto.

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10.05.2012

Especialista en aparecer en el momento justo, cuando el Olimpia más lo necesita, Washington Ramiro Bruschi es un sinónimo de éxito en el Merengue.

No obstante, a días para la gran final ante Marathón, se lamenta que en la grada no contará con su fan número uno, su madre Mirian Sanguinetti, a quien el martes fue a despedir al aeropuerto.

“No se puede quedar a la final porque se le acabaron las vacaciones”, dijo con cierta melancolía el uruguayo que se apresta a jugar su octava final en el fútbol hondureño.

La no presencia de su progenitora, justo para la celebración del Día de la Madre, no le quita un récord envidiable.

“Desde que llegué al equipo -Olimpia- he estado en todas las finales y eso me tiene muy contento, pero lo principal es que tengo otra final para disfrutar y lo importante es que hay que ganar”, dijo el jugador.

Y es que a la luz de la verdad, Bruschi es un amuleto de buena suerte para el Merengue, desde su llegada en el Clausura 2007, el equipo solo faltó a una final, la del Apertura 2008. En las siete que ya jugó marcó cuatro goles, dos en el Clausura del 2008 a Real España y terminando campeón. Luego en el Apertura 2010, el España se tomó revancha, pero Bruschi también sumó otra diana a su cuenta.

Y el otro fue ante Motagua en el Clausura 2010 y, además salió campeón.

Ante Marathón en finales tiene historia, “llevo varias finales contra ellos, en Comayagua y en San Pedro Sula, la verdad que es bonito. He ganado y he perdido es un equipo duro”, expresó.

Se recupera

En esta temporada, el de Tacuarembó, Uruguay, no tuvo su mejor racha goleadora, sin embargo en semifinales despertó y anotó un gol de antología.

“Es la primera vez que logro anotar un gol de esa forma (chilena) y estoy contento por eso, pero más porque el equipo ganó y es lo que tenía que hacer y ahora estamos pensando en el próximo partido”, dijo respecto a esa anotación.

En ese juego ante Real España además de anotar de chilena, asistió para un gol de Juan Ramón Mejía y recibió una falta penal, demostrando que está en plena alza de su nivel.

“Nos levantamos en el momento indicado, lo importante es que todos los partidos son difíciles para nosotros y ahora tenemos la final que está muy dura”, manifestó al reconocer que cada vez toma más su nivel en el fútbol.

Asimismo, indicó que “había perdido un poco la confianza, pero ahora la he recuperado”.

En esta final el olimpismo espera ver sus goles para poder celebrar la copa número 25, sin embargo él no intenta llevarse el protagonismo.

“Ojalá pueda anotar en la final, pero lo más importante es que el equipo gane”, mencionó.

Marathón, digno rival

Bruschi reconoció en el Marathón a un rival de mucho peso, ante el cual “me tocó ganar y perder”, según comentó.

“Marathón es un rival muy duro y lo respetamos.
Nosotros estamos tranquilos y sabemos que tenemos a ese complicado rival y que nos quedan 180 minutos todavía para celebrar”, agregó.

Por otro lado, destacó que hasta ahora no ha hecho goles en el estadio Olímpico, sede del juego de ida de la final, pero “espero que primero Dios ahora lo logre”.

El uruguayo quiere ganar su quinta final con el Merengue y volver a ser el protagonista que en las grandes citas saca su mejor repertorio.

Ante Marathón el sábado, se perfila como titular junto a Juan Ramón Mejía.