En más de una década de redactar deportes en Honduras, nunca había escuchado a un grupo de atletas no quejarse de la falta de apoyo por falta de presupuesto. Pero como siempre hay una primera vez, esta fue con las Vikingas.
De hecho, me parece que estas mujeres han llegado a darle inspiración y empuje al fútbol americano nacional.
“No te preguntés qué puede hacer tu país por vos, preguntate que podés hacer vos por tu país”, dijo célebremente el expresidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy.
Esta seguro es la bandera de Vikingas, las pioneras del fútbol americano (fundadas el 6 de agosto de 2015) con el fin de motivar, empujar, desarrollar y masificar este deporte en el país.
Su impulso es tanto que estas mujeres están siendo las precursoras de un estadio para este deporte. “Ya tenemos el terreno y mediante la fundación Vikingas lograremos construir el Estadio Vikingas para el fútbol americano hondureño”, dijo Osiris Casulá, capitana del equipo, que en su visita a EL HERALDO se hizo acompañar de las jugadoras Karol Pérez y Blanca Oseguera.
Una historia poderosa
Casulá es todo un personaje en el fútbol americano femenino en América por ser una mujer en poder jugar en una liga masculina (Centauros) tras haber librado una batalla incluso ante Derechos Humanos.
La fémina no era bien vista por muchas personas haciendo tacles entre un grupo de hombres que al parecer juegan con fuerza excesiva. Sin embargo, el presidente de la Federación Nacional de Fútbol Americano de Honduras (Fenafah) Juan Raskoff la 'bancó' a muerte y libraron una batalla legal que terminó con un 'touchdown'.
Casulá que antes hizo alpinismo y paracaídimo, sintió que podía jugar el deporte que solía ver con su padre los domingos, por lo que 'peleó' por su derecho y su historia se fue haciendo eco entre el mundo del fútbol americano en América, al grado que varios medios especializados internacionales le solicitaron entrevistas.
Es así que, varias otras mujeres se interesaron por llegar al fútbol americano. Es así que decide dejar a Centauros y comenzó a crear a Vikingas, el primer equipo de fútbol americano de Honduras.
“Agradezco a Juan Raskoff, el presidente de la Fenafah, quien apoya a todos los equipos y atletas de la federación por igual. Él y su esposa trabajan duro por el fútbol americano. Él no se vende por libra porque no puede”, marcó el reconocimiento.
NOTA DEL REDATOR: Bueno, de hecho a mi como redactor me consta los sacrificios que gente con Raskoff hace por desarrollar deportes en silencio, sin muchos reflectores. Entre ellos puedo mencionar también a Félix Sabio en el volibol, entre otros.
Hoy son casi 40 muchachas que están entrenando en Vikingas, y en ese sentido, se están formando más equipo, han nacido Celtas y Amazonas dentro de la estructura Vikingas y en futuro habrá una liga femenina que la complementará otro equipo de chicas de la ciudad (Dark Angels).
En Honduras, el primer equipo de fútbol americano fueron los Troyanos quienes jugaron una liga nacional contra un equipo de San Pedro Sula llamado Industriales (perdido de la escena) y otras representaciones nacionales. Al expandirse el deporte, Troyanos pasó a ser la representación hondureña.
'Llegué al fútbol americano pensando que era un deporte para resentidos, pero luego me di cuenta que no era así', contó Karol Pérez. Por otra parte Blanca Oseguera cuenta que llegó al equipo con ánimos de vender un seguro de vida, y al final se quedó jugando.
Se expande y viaja
Como apuntamos antes, Vikingas comenzaron a crecer, al grado que ahora están en la formación de otros dos equipos: Celtas y Amazonas. Las tres en un conjunto han formado la ONG Vikingas, matriz de los proyectos antes descritos.
Es tanto el vigor y empeño de las Vikingas que el próximo 14 de mayo jugarán el Tropical Bowl en Costa Rica. “Tenemos este partido que marcará para siempre la historia de Vikingas, es histórico porque los costarricenses han sido celosos en las invitaciones”, dijo. México y Chile también ya les giraron invitaciones. Parece que Vikingas es un equipo que nació con estrella de oro.
El estadio
“Estamos legalizando la donación del terreno para hacer el primer estadio al servicio del fútbol americano, que será administrado por la ONG Vikingas”, dice Casulá, quien explica que el camino es que los clubes nacionales logren su personería jurídica para poder canalizar aportaciones económicas.