En la antesala de lo podría ser el pase a su primera final en Honduras, el timonel de la Jaiba, Héctor Vargas, resta importancia a los cuestionamientos de la directiva motagüense, pero deja claro que el más afectado en el Nacional fue el Victoria.
Luego de que el presidente del Azul, Pedro Atala, manifestara que los ceibeños llegaron a la capital a pegar patadas, Vargas dijo: “Yo no voy a entrar en polémica porque respeto a la gente que invierte en el fútbol. Lo único que hay que analizar es que Victoria no tuvo ningún jugador expulsado en todo el campeonato; entonces cómo va a ser un juego desleal, si nos hicieron un gol totalmente inválido”.
Solo anticipó la presión...
El mandamás de las águilas considera que Vargas, durante la semana, condicionó el arbitraje de érick Andino, pero el DT Jaibo recalca cuáles fueron sus palabras sobre el tema.
“Dije que la personalidad del árbitro le podía jugar una mala pasada en sus decisiones, no dije que era un mal réferi, solamente que la presión lo hace tomar determinaciones erróneas”.
El oriundo de Argentina no descarta que todo este preámbulo se haga con la intención de influir en el trabajo de los jueces del próximo domingo, puesto que “están generalizando y de esa manera sí se condiciona el arbitraje”.
Espera un pito justo
Pasando de la página del Nacional a la del Municipal Ceibeño, en el engranaje lechero esperan una sola cosa que Vargas exterioriza: “Deseamos un arbitraje lo más imparcial posible, yo no quiero que me favorezcan, pero tampoco que me perjudiquen; entonces pedimos a alguien que pueda manejar la presión en un partido como este”.
Más allá de que un empate los pone en la final, Vargas cree que el boleto está dividido en un 50 por ciento, por lo que anticipó que planteará el mismo Victoria ofensivo de siempre.