Tegucigalpa, Honduras
El Apertura 2016-17 no fue del todo bueno para Irvin Reyna. A pesar de salir campeón con las águilas, el volante solo jugó 14 partidos y se pasó la etapa final del campeonato sentado en la banca.
Reyna no está acostumbrado a ser suplente y peor en Motagua, un equipo al que quiere mucho porque le dio la oportunidad de renacer futbolísticamente.
“Siempre estoy pensando en trabajar, en hacer las cosas bien, no voy a cambiar nada de lo que he venido haciendo, pero si hay algo por mejorar lo haré para bienestar mío y del equipo”.
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Reyna se convirtió en uno de los mejores asistidores de Motagua entre 2014 y 2015. En la final contra Real Sociedad mandó el pase con el que Rubilio Castillo marcó el gol del campeonato.
“Para mí fue difícil el torneo pasado, jugué poco, me dolió no tener ni un minuto en el repechaje, semifinal y final, pero son decisiones que uno las respeta. Lo importante es que Motagua logró la copa”.
¿Cómo está anímicamente?
El 14 de los Azules a veces siente que no puede más. La espera ha sido agotadora, pero nos cuenta cómo toma fortaleza para no abandonar sus sueños.
“Orando y meditando. Hay que orar porque eso me mantiene fuerte. Yo voy a la iglesia, pero uno a veces se desespera y tiende a pensar en situaciones incorrectas.
Dialogando con la familia uno piensa bien las cosas. Tengo que trabajar, he meditado todo este tiempo y vengo con las pilas recargadas y con mucha motivación. El trabajo en los entrenamientos es lo que te da la posibilidad de jugar”.
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Le planteamos a Reyna la posibilidad de cambiar de club y él nos dijo lo siguiente...
“Bueno, primero habría que estar ahí para analizarlo. Yo quiero jugar, pero en este momento tengo contrato con el club. Si la junta directiva toma una decisión es de parte de ellos. En lo personal no me voy a rendir, si pido salir del equipo es como renunciar a mi sueño, es decir, que no tengo la capacidad de jugar en Motagua y yo sé que sí la tengo”.
Agregó que “estoy en Motagua muy contento y deseo jugar, nunca me voy a acomodar a estar cobrando mi salario sin jugar. Tengo que trabajar el doble de lo que hice el año pasado para ganarme una oportunidad”.
Cualquier futbolista tiraría la toalla ante la decisión que toma el cuerpo técnico de dejar al Cabeza entre los suplentes, pero Irvin no baja los brazos.
“Lo más fácil es culpar a otra persona, rendirse y decir mejor me voy, pero yo no soy así. El trabajo es lo que habla por mí. Nunca van a decir que no juego porque no trabajo. Siempre trato de dar el máximo para mi equipo”.
Competencia salvaje
Héctor Castellanos tiene a Reyna en el banco, el jugador con el dorsal 16 fue titular todo el campeonato y no aflojó nunca en la contención. Sin embargo, Irvin ve a La Perra como un compañero más, no como un rival.
“Mi competencia soy yo mismo, mis compañeros son parte del equipo. Mi competencia es superarme a mí mismo. Mi idea es jugar más, mejorar y tener más minutos que el campeonato pasado”.
Irvin Reyna tiene la camisa de Motagua bien adherida a su piel y es que en tres años con los Azules ha jugado 104 partidos contra 79 que disputó en cuatro años con Olimpia.
“Le tengo mucho cariño al equipo y eso es imposible de olvidar, en este club quiero continuar si es posible hasta el fin de mi carrera”.