Yo no he violado a nadie -dijo Beto, envalentonado-M; esa cipota se me metía hasta por las orejas, y, pues, ni modo, uno es hombre, y no puede desperdiciar la carne nueva”
Definitivamente, no hay crimen perfecto. “El error en este caso -dijo el agente a cargo de la investigación-, fue regresar para quemar el cadáver, que ya estaba en descomposición...