POZO. Sergio Castellanos, el exdiputado de la UD y ahora de Libre, mandó ayer al “infierno” a Juan Diego y, como si eso fuera poco, le dijo que si no le parecía, que se fuera al “Pozo”... ¡Vaya, jodido!... El santabarbarense, ahora sin anteojitos, ha regresado más virulento al hemiciclo.
ESTADIO. El señor de la televisión ha llamado ayer a su “people” a que madrugue desde hoy a rodear el estadio, para que mañana no haya toma de posesión. Pero, se fregaron, porque en el Banco Central ya todo está listo. Y, si allí tampoco se pudiera, la bulla es que hay otro búnker.
NOBLEZA. El olanchano ahora se lava las manitos y dice que los cachurecos se aprovecharon de su nobleza para meter el articulito de la discordia. Cómo no, chon... El líder supremo de los refundidores jura que los azulejos se aprovecharon de que sus pupilos estaban volando lengua y sacándose selfies.
AFABLE. A propósito, sepa Judas qué le estará pasando a Mel, pero últimamente ha perdido la dulzura del carácter. De bromista, afable, alegre y parlanchín que ha sido siempre, esta semana ha regañado a varios periodistas y a uno hasta lo calló y por poquito ordena que lo sacaran del salón. Una babosada de ver no le aprende a Donald Trump.
PAPI. JOH no estuvo en la instalación del Congreso, pero sí acompañó a su alero “papi a la orden” cuando le impusieron la banda, para otros cuatro añitos. Por cierto que el hombre prometió meterle el lomo al alcalde de los capitalinos y anunció que vienen grandes cosas para la ciudad.
OÍDO. Bonito mensaje el de Mauricio Oliva, pero, parece que a los refundidores, por un oído les entró y por otro les salió, porque volvieron a sacar sus pancartas y sus consignas. “En la suma de todos los pensamientos, les dijo, encontraremos los consensos democráticos”, porque “la democracia es la manera de ponernos de acuerdo sobre nuestros desacuerdos”. No se oye.
ZIPIZAPE. ¡Ahhh! Y por aquello de los zipizapes, les dijo que la “institucionalidad –aun en los países más desarrollados- está en permanente construcción”, porque están conformadas por humanos perfectibles, que siempre requieren de la iluminación divina, del apego irrestricto a la norma legal y del acompañamiento de la sociedad”.
PIEDRA. El de los chocoyos y el mulín mandan a decir que si es necesario revisar el artículo que los tiene agarrados de las mechas con la “maxi”, “lo vamos a revisar”, porque nada está escrito en piedra. A ver, dijo el cieguito.
