Honduras

La Mosquitia: tierra de coraje y valentía

Pese a tener que enfrentar el abandono y el olvido, su gente busca la manera de salir adelante. En Gracias a Dios se desarrollan diversos programas agrícolas y educativos para superar la pobreza.

FOTOGALERÍA
07.04.2014

En sus miradas se refleja la raíz de su cultura. Su sangre fuerte. Su pasión misquita. Pero a pesar de ser hombres y mujeres valientes y luchadores no han podido vencer el olvido que los persigue y que no los deja en paz.

Es ese mismo olvido el que los ha obligado a emprender una tenaz guerra para sobrevivir en medio de las más boscosas y casi inexplorables entrañas hondureñas.

Las oportunidades laborales son escasas en el departamento de Gracias a Dios. Una de las pocas actividades económicas es la pesca, en especial la de langostas. Sin embargo, esta actividad le ha pasado la factura a la población: los buzos lisiados.

A raíz de eso, el gobierno prohibió la pesca de langostas mediante buceo, lo que dejaría a un centenar de familias sin la única fuente de recursos económicos.

Ante esto, los pobladores del sector han comenzado a buscar alternativas de subsistencia.

Una de ellas ha sido el cultivo de diversos productos agrícolas y así generar ingresos y empleos a los residentes del departamento.

Sandías, plátano, yuca, moringa y tomate son solo algunos de los productos que se han comenzado a cultivar en la zona de Puerto Lempira.

Una de las primeras empresas agroindustriales que se han establecido en la región es la conformada por 32 productores.

Ridoniel Ávila, presidente de la Cooperativa de Producción Agrícola Karataska Limitada (Coproakal), explicó que el proceso para consolidarse como organización no ha sido nada fácil.

“La poca preparación que tenemos en el tema y el poco apoyo que tenemos de parte del Gobierno han hecho que trabajar en el cultivo de diversos productos, que hemos estado desempeñando en el último año, fuese difícil”, comentó el entrevistado.

Adecuado tratamiento

Uno de los mayores problemas que presenta la tierra en el sector de Puerto Lempira es que cuenta con un elevado porcentaje de PH, lo que hace que las parcelas no sean aptas para el cultivo.

Y es que los llanos con los que se cuenta el municipio de Puerto Lempira tienen un porcentaje de unos 3.5 a 4.5% de PH.

José Mejía, productor y agrónomo, mencionó que con un adecuado tratamiento de la tierra, las parcelas que se encuentran en esta región pueden ser muy bien aprovechadas.

“El abono orgánico es una muy buena solución para que los productores de la zona puedan cultivar, es por ello que en la región se ha comenzado a implementar este sistema”, mencionó el entrevistado.

Según estimaciones de los productores, a nivel departamental existen unas 200,000 hectáreas de tierra que se podrían utilizar para el cultivo de casi cualquier producto.

“Todos los productos que se consumen en la zona son traídos desde La Ceiba, y si le sumamos que la canasta básica va en aumento, el costo de los productos que consumimos es muy elevado”, expresó Mejía.

Asistencia

Por su parte, Ávila recordó que el único apoyo gubernamental que han tenido en la zona es el que ha brindado el Instituto de Formación

Profesional (Infop), que los capacitó en el manejo y cultivo de productos agrícolas y cría de cerdos.

Sin embargo, en la parte educativa, el Infop también ha hecho su aporte. El auxilio que ha dado la institución ha sido tal que la institución ha hecho la apertura de sus instalaciones en el departamento de Gracias a Dios, y con ello surgen nuevas esperanzas para los residentes de esta tradicionalmente marginada zona del país.

Las recién inauguradas instalaciones se encuentran ubicadas en la ciudad de Puerto Lempira, en el municipio del mismo nombre.

Para la construcción del inmueble se contó con el apoyo de más de 10 jóvenes misquitos que previo a la edificación de las instalaciones fueron capacitados por el Instituto de Formación sobre albañilería básica, mediante el programa Aprender Haciendo.

En la edificación de las instalaciones se invirtieron más de dos millones de lempiras, los cuales fueron aportados por el Infop y GOAL (una Organización Internacional Humanitaria), que tiene más de 10 años de trabajar a favor de la población misquita.

“La educación es la única forma por la que un pueblo puede salir adelante, pero para lograr esta meta es necesario contar con el apoyo de instituciones como el Infop y GOAL para tener éxito”, declaró Marilyn Bernes, vicealcaldesa del municipio de Puerto Lempira.

David Chávez, director ejecutivo del Infop, mencionó que contar con instalaciones en el departamento de Gracias a Dios es un sueño hecho realidad para la institución. “Hombres, mujeres y jóvenes tendrán la oportunidad de capacitarse en diversos temas y así explotar adecuadamente las riquezas que se tienen en esta zona”, acotó Chávez.

Ramón Carranza, subdirector del Infop, explicó que más de 85 misquitos han participado en las diversas capacitaciones que la institución ha brindado en la zona.

Los retos de la educación

Pero el abandono en este departamento es el fiel reflejo de cómo opera el sistema. Los centros educativos urgen de la atención del gobierno central.

Una de las instalaciones educativas que más problemas ha padecido a causa de esta situación es el Instituto Departamental Gracias a Dios, que desde el 2005 tiene en sus predios tres edificios abandonados.

Los módulos comenzaron a construirse en el año 2003 y dos años más tarde la obra fue abandonada por la empresa que ganó la licitación. Dichas instalaciones se edificaron mediante el Programa de Apoyo a la Enseñanza Media de Honduras (Praemho), con el financiamiento de la Comunidad Europea.