El pintoresco municipio de Santa Ana, ubicado a 20 minutos de Tegucigalpa, se ha convertido en un verdadero paraíso para los excursionistas a los que les gusta disfrutar del turismo de aventura y conocer el patrimonio cultural que encierran cada uno de sus destinos.
Y es que la belleza que arropa este lugar se remonta al siglo XVI, cuando era territorio totalmente lenca.
A través del tiempo los pobladores han cuidado el patrimonio histórico de sus casas de adobe y su monumental recinto religioso, la iglesia católica de Santa Ana, nombre de la patrona de la comunidad en honor a quien celebran la feria patronal que se realiza del 25 de julio al 5 de agosto.
Durante esta celebración sus autoridades buscan destacar las tradiciones del lugar con mojigangas, competencia deportivas y juegos tradicionales.
El nombre de la comunidad significa “abundancia de hule”, esto es por la gran cantidad de este material que se encontraba en la zona, pero con los proyectos socioeconómicos que se han ido realizando a través de los años el panorama ornamental ha ido en continuo crecimiento; por las plantas eólicas que hay, el lugar también es conocido como la ciudad de los vientos.
La ruta turística inicia en el relieve montañoso de la localidad, donde se encuentran ubicados sitios arqueológicos con figuras y símbolos prehispánicos en las paredes de las cuevas.
Si se trata de esparcimiento familiar, nada mejor que visitar el parque ecoturistico Los Encuentros, lugar en el que han invertido alrededor de dos millones de lempiras con el propósito de potenciar el turismo en la zona, con más de 28 manzanas el área cuenta con juegos infantiles, dos piscinas y un pabellón de venta de artesanías de barro y madera.