A medida que pasa el tiempo, las caras se van renovando entre las estrellas de Hollywood y Katherine Heigl parece haber encontrado el lugar vacante en el rubro de comedias que hace tiempo abandonaron Julia Roberts, Meg Ryan o Sandra Bullock.
Después de haber cambiado cinco años de TV con Grey’s Anatomy por el futuro más prestigioso del cine, en menos de dos años logró los éxitos de Killers, con Ashton Kutcher, Life As We Know It, con Josh Duhamel, o la más reciente superestelar New Year’s Eve, con Robert de Niro, Sarah Jessica Parker y Zac Efron.
Y hablando de renovaciones, Katherine Heigl también intenta cierto cambio de look en la nueva película One For The Money, dejando atrás el clásico rubio por un color de peinado más oscuro y... un futuro brillante.
¿El cambio de look tiene que ver con la película One for the Money o es un cambio definitivo?
Es solo para la película One for the Money, porque el personaje de la novela original tiene el pelo de color castaño y me pareció una buena forma de identificarme.
¿Y qué color prefiere a nivel personal?
Yo creo que gusta más el rubio, todos prefieren el rubio. Lo sé y me parece bien. Siempre puedo cambiar (risas). A mí me encanta el rubio, es más divertido. Mi madre era la mujer más hermosa y glamorosa que conozco; era rubia como Marilyn Monroe, es algo que mi cerebro relaciona con la belleza. Pero también es divertido cambiar de color, es diferente, me siento más europea (vuelve a reír).
¿Y cuál color llama más atención de la gente?
Probablemente el rubio, aunque veo bastante contento a mi esposo con mi nuevo color. Creo que cuando se despierta y me ve, seguro se pregunta ¿quién está en mi cama? Es bastante emocionante.
¿Con qué trabajos es más reconocida?
Buena pregunta. Probablemente te diría Grey’s Anatomy. Pero es una lotería, depende quién se me acerca. Si es una adolescente, seguramente es por la película 27 Dresses. Si es mayor de 30, seguro es Grey’s Anatomy. Y si es hombre, seguro es por Knocked Up
¿La forma más extraña de encontrar algún admirador?
Usualmente comienza con la duda más incómoda de alguien que me pregunta: “¿Será quien creo que es?”. Me ponen en problemas, porque no sé si soy realmente quien creen que soy. No puedo decirles “sí” y que ellos digan “¡Mi Dios! Es Ashley Judd!” (risas). Por eso prefiero decir siempre “no sé... ¿Quién crees que soy?” Si dicen Knocked Up o Killers, les digo que sí, soy yo. Y en medio de la sorpresa siempre piden que me saque una foto con ellos. Lo peor es cuando piden que saque la foto mi esposo, mi madre o alguna amiga, porque siento que los tratan como empleados.
Pero al final del día, da cierta satisfacción cuando se emociona la gente. Pasé por mucho, muchos años sin importarle nada a nadie. Al principio, cuando había hecho algunos trabajos, la gente me reconocía y me preguntaba si me conocía o si habíamos ido a la escuela juntos, era ese estilo de reconocimiento. Pero el cambio es maravilloso.
Mientras en cine se dedica a las comedias, Katherine Heigl se puso bastante seria a la hora de formar su familia detrás de cámaras, para protagonizar una vida de película. Siguiendo los mismos pasos de Madonna y Angelina Jolie, ella también decidió adoptar un bebé fuera de Estados Unidos. Y con su esposo Josh Kelley viajaron incluso hasta el otro lado del mapa para adoptar en Corea a la bebita Naleigh, evitando los paparazzis cuando lograron que la agencia de adopción la entregara personalmente en Los Ángeles, apenas dos días antes de viajar al rodaje de la película One for the Money.
Supongo que la maternidad debe ser mucho más maravillosa que la fama. ¿Los primeros cambios de pañales resultaron tan difíciles como lo imaginaba?
Todos dicen que es difícil, pero nosotros somos bastante rápidos. Tres pasos, bam, bam, bam y ya está. Le ganamos al sistema.
¿Su esposo ayuda también?
Sí ayuda, es fantástico con los pañales. En un momento nos peleábamos por ver quién era mejor, quién controlaba la situación, porque él se encarga del tema por completo. Ayuda tanto que a veces siento que no es muy apropiado. Yo soy su madre, yo debería estar haciendo eso.
¿Entre tantos pañales queda completamente descartado el “desnudo de los sábados” que tuvo con Ashton Kutcher en la película Killers?
(Risas) La verdad, es muy difícil con la niñera y la mucama en casa. Creo que mi esposo debe pensar “Dios, no podemos tener nunca la casa solo para nosotros”. Pero podemos delegar para quedarnos en el piso de arriba, esperando que nadie venga si tenemos nuestro “desnudo de los sábados”.
¿El bebé lo adoptó antes del rodaje de la película One for the Money?
Sí, filmamos la película antes de la llegada de Naleigh, pero nos enteramos que había nacido justo en medio del rodaje.
¿Llevó el bebé al estudio?
Es suficientemente pequeñita como para acompañarme.
¿Con el paso del tiempo la agenda de las películas va a cambiar con la agenda escolar de su hija?
No estoy segura de lo que haré en ese entonces. Solo espero que pueda seguir trabajando en cine sin salir de la ciudad. Ya no se hacen tantas películas en Los Ángeles. Es una locura. No paré de viajar desde la película Killers. Por suerte, ahora puedo llevar conmigo a mi hija.
Te sorprendería cómo ayuda la gente. Mi madre me ayuda muchísimo. Mi esposo hace lo imposible por estar siempre disponible. Tampoco puedo quedarme en hoteles por el bebé, necesito una niñera y también un lavaplatos para lavar los biberones. Tengo que crear cierto hogar, lejos de casa. Y los horarios en cine son muy diferentes también.
Tengo suerte de estar en una posición donde puedo pedir que mantengan un máximo de doce horas diarias, para estar con ella por la mañana y llegar en horario a ponerla a dormir por la noche. Si empezamos a las 6:00 de la mañana, termino a las 6:00 de la tarde. Y es genial, porque no se duerme hasta las 8:00 y puedo disfrutarla dos horas. Pero es un sacrificio, si quiero ser una madre que trabaja tendré que renunciar cierto tiempo con ella y es un verdadero dilema, porque no es algo que quiero hacer.
¿El paso de la TV al cine hoy es mucho más fácil que en otras épocas?
Me parece interesante porque yo nunca lo planté así. Antes había hecho cine, también había hecho TV. Hacía lo que fuera. Solamente buscaba trabajo. Recién después, la gente empezó a decirme que la transición era difícil y me empecé a preocupar. Pero no sabía lo que tenía que hacer para que fuera más fácil. Tuve suerte porque el público aceptó que tuviera un personaje diferente a Izzi. Pero supongo que pasa eso: te conocen tanto por un personaje en TV que la gente no puede verte en otro rol.