La noticia de la llegada de la cigüeña a la familia es una nueva aventura y un ciclo de experiencias por descubrir. Durante todo este tiempo hay una serie de cuidados que se tienen que tomar en cuenta para que la madre y su bebé gocen de salud en cada una de estas etapas previas al alumbramiento.
El ginecólogo Mario Waimin le ofrece nueve consejos para vivir al máximo el embarazo.
1. Nutrición. El mejor momento para comenzar a consumir una dieta saludable es antes de quedar embarazada. Alimentarse bien antes del embarazo le ayudará a usted y a su bebé. Para obtener estos nutrientes adicionales se recomiendan suplementos vitamínicos prenatales que contengan todas las vitaminas y los minerales recomendados diariamente, como vitaminas A, C y D, ácido fólico y minerales como zinc y hierro. Estos grupos son las mejores fuentes de algunos nutrientes necesarios durante el embarazo y la lactancia: cereales, verduras, frutas, alimentos con proteínas y productos lácteos.
2. Peso.
Las mujeres con sobrepeso y obesas corren un riesgo mayor de presentar varios problemas durante el embarazo. Estos problemas son diabetes gestacional, presión arterial alta, preeclampsia y parto por cesárea. 'Los bebés de madres con sobrepeso tienen una mayor tendencia a padecer de ciertos problemas, como anormalidades de tipo congénito, macrosomía con posible lesión al nacer y obesidad infantil', destacó el galeno.
3. Cuidado prenatal.
Se entiende por control prenatal a la serie de visitas programadas de la embarazada con el objeto de vigilar la evolución del embarazo y obtener una adecuada preparación para el parto y la crianza. Tiene como objetivos prevenir, diagnosticar y tratar las complicaciones del embarazo, así como vigilar el crecimiento y la vitalidad fetal. Los controles prenatales se efectúan cada cuatro semanas en el primero y segundo trimestre de la gestación. En el tercer trimestre (desde las 28 semanas), los controles son progresivamente más frecuentes hasta ser cada siete días desde las 36 semanas hasta el término de la gestación. El motivo de esta secuencia se debe a que desde las 28 semanas en adelante es posible detectar patologías de alta relevancia con feto viable (retardo del crecimiento fetal, diabetes gestacional, síndrome hipertensivo del embarazo, macrosomía fetal, amenaza de parto prematuro, malformaciones congénitas, entre otros).
4.
Condición fetal
Los elementos clínicos que permiten evaluar la condición fetal son:
- Latidos cardíacos fetales.
- Movimientos fetales.
- Tamaño uterino.
- Estimación clínica del peso fetal.
- Estimación clínica del volumen de líquido amniótico.
5. Estudios físicos.
En cada control prenatal se hace la evaluación nutricional según índice de peso, talla, control de presión arterial, albuminuria (este término se refiere a la presencia de albúmina en la orina, lo cual es considerado anormal), hematocrito y examen físico según síntomas maternos.
6. Estudios de laboratorio. Los exámenes de laboratorio que se solicitan en embarazadas de bajo riesgo son: grupo sanguíneo, general de orina, VDRL (prueba de detección del sífilis), HIV, hematocrito, glicemia, albuminuria, papanicolau y ecografía.
7. Signos de alarma.
La embarazada debe estar capacitada para concurrir al centro asistencial obstétrico en relación a patologías paralelas al embarazo, como fiebre, diarrea, vómitos, dolor abdominal, entre otros.
8. Factores de riesgo
- Edad menor de 17 años o mayor de 35 años.
- Talla baja, peso menor de 45 kilogramos.
- Ganancia de peso inadecuado.
- Amenaza de parto o gestación prolongada.
- Preeclampsia.
- Hemorragias durante la gestación.
- Madre con factor Rh negativo con o sin sensibilización
- Enfermedades clínicas (cardiopatías, hipertensión arterial, epilepsia, infecciones y enfermedades autoinmunes).
9. Estadio de gestación
Debe estar informada de su edad gestacional y fecha probable de parto. Este último punto genera angustia del grupo familiar y de la embarazada cuando se cumplen las 40 semanas y no se ha producido el parto. De ahí que se debe informar que el rango normal de desencadenamiento del parto es entre las 39 y 41 semanas.
'Usted tiene que programar su primera consulta prenatal al saber que está embarazada. La primera consulta con el ginecólogo será un buen momento para hablar respecto a comer sanamente, el ejercicio y los cambios en el estilo de vida que tendrá que hacer durante su embarazo', manifestó Waimin.