Rolls-Royce desarrolló el primer Phantom celestial. Se trata de un vehículo que tiene 446 diamantes repartidos en su interior. Pero ahí no terminan las excentricidades, al interior se encuentra una nueva interpretación del famoso Starlight Headliner, un cielo estrellado que recorre el techo y está formado por más de un millar de luces de Led incrustadas artesanalmente, como casi todo en este automóvil.
Pero la constelación, en este caso, no es cualquier constelación, corresponde con la que había en la medianoche del 1 de enero de 2003, cuando la empresa hizo entrega del primer modelo Phantom a su dueño. La constelación de estrellas fue verificada por el planetario de South Downs para asegurase que era auténtico.
Homenaje al circuito de Goodwood
Al cuero más fino para las tapicerías de esta edición le acompaña un conjunto de pic-nic especialmente ideado para cenar a la luz de esas estrellas. El tema de la noche se repite en la carrocería, decorada con una pintura que lleva finas partículas de vidrio incrustadas para lograr la profundidad y el efecto de la luz de un cielo nocturno.