TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La confianza es frágil, y las omisiones y mentiras pueden destruirla en un instante y de forma irreparable.
Aunque podría considerarse una acción “normal” e inherente al ser humano, engañar resulta letal para cualquier tipo de relación interpersonal.
Sin embargo, todo dependerá del trasfondo y de la razón detrás de la mentira. En el caso de una relación de pareja, la honestidad emocional implica permitir que nuestra contraparte conozca quiénes somos. Así que la honestidad va más allá de simplemente no mentir.
También implica no hacer declaraciones ambiguas o vagas, decir verdades a medias, manipular información mediante énfasis, exagerar o minimizar, y retener sentimientos o información que es importante para alguien que tiene derecho a saber, ya que afecta la relación y priva a esa persona de la libertad de elección y acción informada.
Aunque nos consideremos honestos, pocos revelamos todos nuestros pensamientos y sentimientos negativos sobre los demás. Esto requiere valentía. Sin confianza, una relación no puede crecer de manera saludable.
Piénselo bien antes de mentir. Ser vulnerable y auténtico es fundamental. Según Antonio Escobar, psicoterapeuta familiar y de pareja, hay tres mentiras que podrían socavar una relación.
Por ejemplo, mentir sobre las interacciones con otras personas. Tal vez no se trate de una infidelidad en sí, pero minimizar la importancia de las interacciones con un ex o un compañero de trabajo puede afectar el vínculo.
Por otro lado, “si la pareja miente sobre compras importantes, deudas y su situación laboral, a la larga habrá problemas serios”, señala Escobar.
Mentir sobre el pasado
A esta lista se suma engañar u omitir datos del pasado. “No es necesario saber todo sobre la pareja al inicio de la relación, pero en una relación comprometida y duradera, el pasado no debería ser motivo de engaños. Esto podría crear inseguridad y dar motivos para pensar qué más podría estar ocultando”, apunta el especialista.
Nadie miente por una única vez
Las mentiras tienden a volverse adictivas, especialmente si ya se ha salido con la suya. Existe una tendencia a querer mentir cada vez que se encuentra en aprietos. Al final, le será difícil sostener tanta farsa.
Destrucción
Aunque algunos podrían argumentar que la confianza siempre se puede recuperar, no es tan simple como parece. La parte herida tendrá tantos bloqueos mentales que podría ser difícil volver a la normalidad. También tenga en cuenta que la confianza “no se gana”; es otorgada por la contraparte.
