Tegucigalpa, Honduras
Cada 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson, en el cual se procura darle relevancia a esta terrible enfermedad degenerativa, donde el afectado va perdiendo paulatinamente el control sobre sus propios músculos, incapacitándolo para realizar actividades que son comunes en nuestro día a día, además de dañarlo afectivamente.
Consultamos con el neurólogo Roberto Padilla del Hospital Honduras Medical Center para conocer más acerca de la enfermedad.
¿En qué consiste?
Esta enfermedad se caracteriza por la falta de producción de una sustancia química en el cerebro llamada dopamina, la cual es responsable de ayudar a los movimientos del cuerpo y de regular el estado de ánimo de una persona.
Cuando hay una marcada reducción del nivel de dopamina, las estructuras que reciben esta sustancia localizadas en una región del cerebro denominada cuerpo estriado, no son estimuladas de manera conveniente y esto se traduce en temblor, rigidez, lentitud de movimiento e inestabilidad postural.
Los médicos reconocen cada vez más la presencia y los efectos de otros síntomas de la enfermedad, que se denominan no motores, en el que están los trastornos de sueño, la lentitud generalizada, la apatía, el cansancio, ansiedad, depresión, trastornos de conducta y el estreñimiento.
¿Cuáles son las causas?
De momento se desconoce el origen de la enfermedad, exceptuando los casos inducidos por traumatismos, drogodependencias y medicamentos, y algunas formas hereditarias en ciertos grupos familiares.
Cabe destacar que la población de mayor riesgo son los pacientes hipertensos, los diabéticos, aquellos que tienen problemas con el tabaquismo y los que abusan de los plaguicidas.
¿Cómo se diagnostica?
Al principio de la enfermedad no es nada fácil de diagnosticar porque los síntomas son leves, poco específicos y pueden llevar a confusión.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se efectúa a partir de los síntomas del paciente, ya que no existe ningún marcador químico.
Para confirmar el diagnóstico se realiza una Tomografía Axial Computarizada (TAC), que detecta las lesiones cerebrales en el mesencéfalo. Asimismo, son habituales los exámenes de los reflejos.
Sin embargo, el mejor medio para detectar esta patología es la observación, ejercida tanto por el médico como por los familiares del enfermo, ya que el contacto permanente les permite confirmar la continuidad o progresión de los síntomas y los posibles cambios tanto físicos como emocionales.
En la enfermedad de Parkinson es esencial el diagnóstico precoz, ya que cada tipo de parkinsonismo tiene un tratamiento diferente.
¿Pronóstico para el paciente?
La velocidad de progresión de la enfermedad es muy variable, según qué pacientes.
Aunque el Parkinson es una patología progresiva, con la medicación antiparkinsoniana adecuada a cada caso y las terapias de rehabilitación complementarias, se puede frenar el ritmo de avance y la intensidad de los síntomas razonablemente.
La calidad de vida cotidiana puede ser satisfactoria durante muchos años.
Consejos a considerar...
Para mejorar la calidad de vida del enfermo debe:
1. Prevenir de caídas. Para evitar accidentes, es conveniente eliminar todos los objetos con los que pueda tropezar el enfermo, incluyendo alfombras que forman arrugas o escalones que comunican habitaciones.
También es aconsejable instalar manillas en las paredes cercanas a los pomos de las puertas. Esto ofrece seguridad al enfermo, permitiéndole agarrarse a la manilla de la pared mientras abre la puerta.
2. Durante las comidas. Para facilitar la tarea se puede cortar la comida del paciente, cocerla, hacer purés y facilitarle cubiertos o instrumentos que, aunque poco convencionales, le permitan manejar con más seguridad.
Consideraciones a tener en cuenta sobre la enfermedad
1. No es una enfermedad solo para personas mayores.
2. Es más que solo temblores.
3. Si bien no tiene aún cura,
es posible controlarlo y mejorar la calidad de vida
del paciente.
4. El Parkinson es una enfermedad que cuenta con asociaciones locales de apoyo.