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¡Que el azúcar no lo ciegue!

El descuido de una diabetes mal tratada puede costarle su vista

19.11.2013

Cuando tiene diabetes y no se cuida pueden surgir complicaciones en los nervios, los riñones y también sus ojos, al punto que le pueden causar ceguera. Le contamos de qué se tratan estas complicaciones.

El diagnóstico de diabetes le cambia la vida a una persona. Desde el momento en que le dicen que sufre de esta condición es necesario empezar a actuar para mantenerla controlada. Si los niveles de glucosa en su sangre se suben demasiado pueden causar daños severos e irreversibles en varios de sus órganos, incluyendo sus ojos.

'Los niveles elevados de glucosa afectan su sistema cardiovascular a dos niveles: microvascular (pequeños) y macrovascular (grandes), dependiendo del tamaño de los vasos sanguíneos que afectan. En el caso de los ojos es, por obvias razones, un daño microvascular. Después de los riñones, los ojos son los que más sufren los daños de una diabetes descontrolada. Las cataratas, el glaucoma y la retinopatía pueden resultar en ceguera, no son condiciones exclusivas de los diabéticos, pero sí aumentan el riesgo de desarrollarlas cuando se tiene diabetes', manifestó el oftalmólogo Erwin Ochoa
Condiciones

Resequedad ocular. La piel de nuestros párpados se puede ver afectada por un trastorno que se llama blefaritis. Se forman unos vasos anormales en la piel y se puede ver engrosamiento en la nariz o una lesión en los párpados, esto conlleva a la aparición de resequedad ocular, lo que favorece el surgimiento de infecciones por conjuntivitis o queratitis, que son más comunes en el paciente diabético.

Cataratas. Ocurren porque el cristalino o lente del ojo se 'nubla'. El cristalino está compuesto por agua y proteínas. Cuando se acumulan las proteínas aparecen grumos, los cuales forman una especie de película gris o blanquecina que cubren el cristalino y obstruyen el paso de la luz. Las cataratas pueden causar ceguera. Esto se debe a elevaciones o descensos en el nivel de azúcar.

Glaucoma. El glaucoma es la presión elevada en el ojo, que eventualmente causa lesiones en el nervio óptico y produce la pérdida de visión en uno o ambos ojos. Retinopatía. La causa de esta condición es el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan a la retina en el fondo del ojo. Cuando los vasos sanguíneos están debilitados es posible que se escape líquido o sangre de ellos y se formen ramas frágiles en forma de cepillo, que se pueden agrandar en ciertos lugares. Cuando la sangre o el líquido se salen, forman un tejido fibroso que hace que la imagen que se envía al cerebro sea borrosa.

'Las personas que han padecido de diabetes (ya sea tipo 1 o tipo 2) por más de 20 años corren un gran riesgo de desarrollar retinopatía diabética. La presión arterial alta y los niveles de azúcar elevados en la sangre contribuyen a esto. Eventualmente, la retinopatía puede causar el desprendimiento de la retina y, por consiguiente, la ceguera', enfatizó el galeno, quien además advirtió que es importante que sepa que en ocasiones estas enfermedades se desarrollan y avanzan silenciosamente. Por eso es importante que si padece de diabetes se examine los ojos regularmente con un especialista, esto podría salvar sus ojos y su vista.

Retinopatía diabética

Tarda años en desarrollarse, pero está presente en casi el 80% de las personas con diabetes tipo 1 y 2 que se tratan con insulina y que han tenido diabetes por más de 20 años. Las personas que no tratan su diabetes con insulina son menos propensas a desarrollar retinopatía, con el 20% de los casos con anomalías en los ojos 20 años después de haber sido diagnosticados con diabetes.

Síntomas

La retinopatía diabética podría no detectarse hasta las etapas finales de la enfermedad y estos pueden incluir: visión borrosa, pérdida repentina de la visión en uno o ambos ojos, puntos negros, luces intermitentes y dificultad para leer o ver trabajos minuciosos.

Prevención

Los controles de azúcar en sangre y de la presión arterial son esenciales para prevenir la retinopatía diabética. Los exámenes en la visión anuales son cruciales para las personas con diabetes. Si la retinopatía se descubre durante un examen anual, su médico probablemente le recomendará realizarse exámenes de la visión más a menudo. El tratamiento puede empezar antes de que la visión se vea afectada y puede demorar su deterioro.

'Si a la persona le diagnostican diabetes juvenil puede esperar el control oftalmológico hasta uno o dos años después del diagnóstico. Si se diagnostica diabetes de tipo dos la persona tiene que hacerse un examen inmediatamente por un oftalmólogo, porque muchas veces el paciente ha mantenido los niveles altos de azúcar y ya tiene daños en sus ojos, sin saberlo. No hay que cometer el error de ir a una óptica por un cambio solamente de lentes, como oftalmólogos tenemos que investigar otras cosas, como la presión del ojo, si hay catarata, glaucoma o daño en la retina, y no solamente pensar en un cambio de graduación. Otro error común también es la automedicación, usar remedios o indicaciones de otras personas', describió Ochoa.

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