Cuando una mujer tiene una vida sexual activa no solo la ayuda a mantenerse en forma (por la cantidad de calorías que puede quemar), sino que protege su salud cardiovascular al reducir el riesgo de padecer un infarto.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Tufts, en Massachusetts, las mujeres que tienen poca actividad sexual, es decir, menos de tres veces por semana, tienen un mayor riesgo (3.5%) de padecer un infarto. Issa Dahabreh, autora de la investigación y quien considera al sexo como una buena fuente de actividad física, detalla que la falta de éste y su relación con la salud cardiovascular solo afecta a las mujeres.
La especialista asegura que durante las relaciones sexuales se eleva la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el consumo de oxígeno, factores que reducen el riesgo de padecer un infarto.
