Tegucigalpa, Honduras- Si pudiéramos auscultar las emociones de nuestro entorno —sin ir más lejos—, incertidumbre y preocupación serían las palabras relevantes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el encierro, el duelo y la depresión económica derivada de la pandemia doblan el número de personas con trastornos psicológicos.
Este porvenir nos obligó de golpe a normalizar las conversaciones en torno a la salud mental, sobre todo en las empresas, donde los empleados temen (incluso ahora) sentirse juzgados, más débiles o incapaces.
“Quienes experimentan depresión u otros quebrantos de su salud mental pueden ser incapaces de trabajar o su capacidad productiva puede verse disminuida.
El estigma puede impedir la búsqueda de una solución”, apunta Ronerd Zaldaña, experto en la gestión de personas y organizaciones saludables.
En contexto, abrirse con su jefe o compañero de oficina sobre sus problemas emocionales es clave para mejorar la calidad de vida y la satisfacción laboral, según el experto.
“Cada trabajador tiene actitudes diferentes en función del grado de salud, competencias, expectativas, valores y motivaciones, que van a condicionar su grado de satisfacción o insatisfacción laboral. Un trabajador con una mala gestión del estrés o una salud mental quebrantada puede caer en absentismo laboral, desmotivación, desobediencia e incumplimiento de las tareas asignadas. Incluso en irritabilidad excesiva, conductas agresivas, falta de colaboración y aislamiento”, explica.
Pero aquí la cultura empresarial también es un punto clave. Los colaboradores tienen que sentirse seguros. “Los trastornos emocionales y la productividad tienen gran impacto en los resultados del negocio. Es responsabilidad de los líderes de las organizaciones reflexionar sobre qué hacer para crear un clima de confianza donde el estrés sea positivo. Recuerde que una de las principales preocupaciones de las compañías debe ser lograr el compromiso y la felicidad de sus profesionales y convertirse en una empresa saludable”, agrega.
Ahora, ¿cómo cuidar la salud mental cuando existe la flexibilidad de trabajar desde casa? Primero debe cuidar su estado físico. El sedentarismo obligado y el encierro pueden ser nocivos para su salud mental.
Su sentido de bienestar interno mejorará si evita estar pegado a los dispositivos móviles y dedica tiempo a ejercitarse durante el confinamiento domiciliario. Por otro lado, una mente en calma es una mente sana. Realice actividades que le gusten, le relajen y le apasionen. Eso sí, establezca un horario para cumplir sus asignaciones laborales.
Opinión
“Fomentar una cultura de bienestar y equilibrio profesional y personal debe ser un tema prioritario para las empresas. Esto permite que sus colaboradores tengan un mejor desempeño en todos los aspectos de su vida, disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades derivadas del estrés laboral: dolores de cabeza intensos y constantes, trastornos estomacales como gastritis y colitis, enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño y dificultad para concentrarse, además de irritabilidad, bajo estado de ánimo, depresión y/o ansiedad”.