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Tegucigalpa, Honduras.- Nadie disfruta trabajar junto a un jefe que es duro, distante o excesivamente crítico. De hecho, un líder complicado puede hacer que el ambiente laboral se sienta tenso y desmotivador, lamentablemente.
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No obstante, las experiencias desafiantes suelen traer lecciones muy valiosas. Su resiliencia profesional y su inteligencia emocional pueden resultar fortalecidas al manejar a un jefe difícil de forma ponderada, paciente y prudente (las tres P).
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Particularmente, una de las lecciones más importantes es la gestión de las emociones. El psicólogo Daniel Goleman, conocido por su trabajo sobre la inteligencia emocional, explica: “Las personas con alta inteligencia emocional pueden mantener la compostura bajo estrés y responder con reflexión en lugar de reaccionar impulsivamente”.
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Gestionar emociones no solo le será útil en el ámbito laboral, sino que lo será también en todo matiz de su vida.
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Otro aprendizaje clave es la importancia de establecer límites. Un jefe difícil puede sobrecargarle con exigencias excesivas o tareas de última hora. El Dr. Henry Cloud, autor de Boundaries for Leaders, señala: “Los mejores empleados conocen sus límites y los comunican con claridad”.
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Si siente que su carga laboral es inabarcable, exprese de manera amable pero firme lo que realmente puede cumplir. La comunicación efectiva puede prevenir el agotamiento y fomentar el respeto mutuo, incluso en un entorno complicado.
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En vista de lo anterior, ¿cómo puede usted afrontar esta situación de manera exitosa? Aquí le compartimos algunas estrategias prácticas:
1. No lo tome personal
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Recuerde que el comportamiento de su jefe probablemente refleja las propias dificultades personales que este afronta y no necesariamente tiene que ver con usted en particular y su valor como profesional. Confíe en sus habilidades y en lo que usted aporta.
2. Lleve un registro
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Si el trato cruza la línea de lo profesional o justo, documente los incidentes de manera objetiva. Esto puede ser útil si en algún momento necesita plantear el problema ante el departamento de Recursos Humanos.
3. Busque apoyo
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No se aísle. Comparta su experiencia y sinsabores con mentores, familiares o amigos. Como lo es en todo aspecto de la vida humana, hablar sobre una situación agobiante puede brindarle alivio emocional y nuevas perspectivas.
4. Enfóquese en su crecimiento
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En lugar de quedarse atrapado en la negatividad, pregúntese: ¿Qué puedo aprender de esto? Ya sea paciencia, resolución de conflictos o liderazgo, cada desafío puede ser una oportunidad de aprendizaje. Es más, usted está aprendiendo precisamente lo que no debe hacer para con subordinados cuando esté en una posición de liderazgo.
5. Sepa seguir adelante
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Si el ambiente de trabajo se vuelve tóxico y afecta su equilibrio, quizás sea hora de buscar nuevas oportunidades. Su salud y felicidad deben ser siempre una prioridad y solo usted es responsable de su propio bienestar. Un jefe difícil no define cuánto vale usted ni los límites de su potencial.
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Aprender a manejar los retos laborales con perspicacia, sabiduría y fortaleza le servirá a lo largo de toda su carrera y la vida misma.
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Después de todo, son las situaciones más desafiantes las que suelen formar a los profesionales y seres humanos más resilientes, considerados, apreciados y capaces
Lo que dice el experto...
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Según Emerzon Castillo, psicólogo clínico del Hospital y Clínicas Viera, muchos jefes no son conscientes del impacto negativo que causan en la estabilidad emocional y autoestima de sus empleados.

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“Es fundamental que los empleados comuniquen sus límites y cumplan las leyes. El crecimiento personal lleva a mejores oportunidades laborales y mayores recompensas, aunque los sacrificios sean difíciles”, asegura.