La emoción que generó la obtención del título de parte de los jugadores de Tigres, provocó un desborde de todo tipo de reacciones sobre todo entre los jugadores... Tanto así que en esta ocasión los aficionados quedaron muy sorprendidos.
Al final de la ronda de penales, el portero del equipo de Nuevo León, Nahuel Guzmán, fue hacia el jugador Israel Jiménez para celebrar que había anotado el penal con el que ganaron el campeonato y...
¡Se besaron en la boca!
Jiménez fue el encargado de disparar el cuarto gol para Tigres, que significó el cuarto título para su equipo, ocasionando, obviamente, la alegría y furor de los jugadores, especialmente del arquero Guzmán, quien se acercó y no dudó en darle un beso en los labios.
El hecho, como era de esperarse, se volvió viral en redes sociales y hubo comentarios, tanto positivos como de burla, señalando que Tigres no ganó, sino “el amor”.