Tierra Adentro

Tras los pasos de la etnia chortí.

Un recorrido desde La Entrada, Copán, hasta Ocotepeque, pasando por Corquín y Sensenti, en una ruta cultural y de turismo rural para seguir los pasos de los últimos descendientes de los mayas

FOTOGALERÍA
05.08.2015

No se puede hacer una Ruta Maya sin incluir en ella a su gente: la etnia maya-chortí. Se trata de la etnia que durante muchos años dominó las tierras del occidente. Hoy, este grupo étnico se encuentra concentrado en varias aldeas en los departamentos de Copán y Ocotepeque. Para muchos historiadores, estos hondureños son los descendientes de la población que habitó Copán, aunque la mayoría no ha logrado mantener sus patrones culturales: lengua y su vestimenta tradicional.

Para descubrir dónde están, hay que recorrer el Occidente, empezando por La Entrada, Copán, cuya ubicación geográfica sirve de referencia para su nombre. Pertenece al municipio de Nueva Arcadia, cuenta con una pujante economía y es un paso obligado al departamento.

Mucho más allá del epicentro maya y pasando por Santa Rosa de Copán, está Corquín, Copán, un municipio localizado en una planicie cerca del río Julalgua. Sus calles empedradas siguen un trazo casi rectangular. Su iglesia, construida a mediados del siglo XIX, ha sido remodelada en varias ocasiones. Sus aldeas, donde hay beneficios certificados de café y hoteles de montaña, son idóneas para el turismo rural. Si se sigue la ruta, se puede encontrar con Belén Gualcho, una comunidad situada al este de Ocotepeque. Su irregular topografía le convierte en un vistoso conjunto urbano. Dos iglesias coloniales con retablos sorprendentes repletos de elementos propios del barroco provinciano destacan en el lugar. Fue fundada con el nombre de “Curicunque”.

En el recuento de población de 1769 aparece como cabecera de curato. El 7 de junio de 1934, la ciudad fue destruida por las inundaciones del río Márchala. Tras un año de reconstrucción, el 17 de septiembre de 1935 se creó Nueva Ocotepeque, que en 1958 pasó a llamarse Ocotepeque.

Una de las mayores atracciones es su templo, dedicado al patrón San Andrés, que es Patrimonio Cultural, es de líneas neoclásicas sobrias y elegantes.

Se cree que la iglesia sirvió de albergue para los damnificados producto de las inundaciones del río Márchala, donde murieron cerca de 500 personas.
La ruta no puede estar completa sin Santa Rosa de Copán y, aunque se trata de una ciudad colonial, la Ruta Maya-Chortí no puede terminar sin visitar la cabecera de Copán, una ciudad de topografía irregular, calles empedradas, clima agradable y una impresionante oferta turística.

Tags: