La vieja casita de las hermanas Martínez muy pronto tendrá otra cara gracias a la ayuda de las personas de buen corazón. Y es que el piso que por años ha sido de tierra ya está siendo reemplazado por uno de cemento.
El fin de semana, los albañiles trabajaban en la fundición del piso de la cocina y la pequeña sala, producto de la donación que realizó la esposa del presidente del Congreso Nacional, Ana de Hernández.
La emoción de la niña Juanita era evidente. Cuando se le visita, en repetidas ocasiones agradece a las personas que le envían las ayudas.
“Yo no tengo cómo pagarles todo lo que están haciendo por nosotras, por eso todas las madrugadas le pido a la Virgen María que los proteja de todo mal”, comentó.
Los representantes de la organización Un Techo para Mi País” conocieron el sábado la precaria e inhumana situación en la que vivían el ocaso de sus vidas las niñas Alicia y Juana.
Los voluntarios supervisaron la vivienda y garantizaron los medicamentos que necesitan las dos ancianas.
La niña Alicia continúa el proceso de recuperación en Támara. Según Francisco Amador, médico encargado de darle asistencia, la decisión de trasladar a la niña Alicia está dando resultados favorables.
