Tegucigalpa, Honduras.— El tener agua en casa, en los barrios y colonias del Distrito Central, sigue siendo un privilegio.
Miles de familias capitalinas continúan pagando hasta 80 lempiras por un barril de agua potable, el cual, quizás, les ayude a cubrir ciertas tareas básicas del hogar como lavar, limpiar o cocinar.
Durante el invierno, muchos se las ingenian para recolectar agua de lluvia desde los techos, pero cuando llega el verano, la escasez vuelve a poner a prueba los bolsillos y la paciencia.
En este crudo contexto, la promesa de la represa San José —anunciada por la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) el 15 de febrero de 2021— es solo una esperanza, que nunca se concretó, con la que se pretendía reducir la crisis hídrica en la capital de Honduras.
Hoy esa mega construcción, que lleva un año sin avances, luce detenida en medio de varillas oxidadas, tuberías arrumadas y maquinaria apagada.
Ya que desde noviembre de 2024, los trabajadores fueron retirados debido a la falta de pago de la municipalidad a la empresa constructora Hidalgo e Hidalgo.
Lo que quedó en el sitio son materiales expuestos al deterioro y un proyecto que registra apenas un 36% de avance, a pesar de las reiteradas promesas de reactivación.
“Solo quedamos con los sueños. Mire, ahí está el proyecto abandonado”, lamenta Nidia Zerón, vecina de la aldea El Tablón, una de las comunidades más cercanas al embalse.
Los retrasos se explican, en parte, por problemas financieros y deudas pendientes entre la AMDC y la empresa ejecutora.
El alcalde capitalino, Jorge Aldana, aseguró que se retomaron los pagos pendientes con la contratista. Sin embargo, las obras siguen paralizadas y la zona continúa sin personal ni maquinaria activa.
Aldana explicó que el costo inicial del proyecto era de 1,100 millones de lempiras, pero, tras varias modificaciones de diseño y ajustes contractuales, la cifra aumentó a aproximadamente 1,500 millones de lempiras.
“Es un proyecto muy bueno, pero quedó abandonado. No se mira gente trabajando desde hace meses”, insiste Zerón, mientras señala la zona donde antes había movimiento diario.
La represa San José está pensada como una de las soluciones para atender la demanda de agua de aproximadamente 350,000 personas en la capital.
El plan contempla abastecer a la zona oriental de Tegucigalpa, incluyendo colonias como Los Pinos, Villa Nueva y la Kennedy. Sin embargo, cada año que pasa sin avances alimenta más dudas que certezas.
Por ahora, el embalse sigue siendo una promesa inconclusa, mientras miles de capitalinos continúan pagando precios altos por un recurso que debería llegar con regularidad a sus hogares.