Tegucigalpa, Honduras
La agenda del primer año de la nueva municipalidad se concentró en la resolución de problemas pendientes de pasadas administraciones.
Al menos así se presenta el resumen de trabajo de la corporación municipal, en la cual se abordaron los temas de municipalización del agua, la regularización de Barrios más Seguros y el ordenamiento de los mercados capitalinos.
Sin embargo, las decisiones en torno al manejo del Trans 450, los cobros al montaje de eventos artísticos y el incremento del sueldo de regidores también empañó al gobierno local, según la reacción de capitalinos y la sociedad.
A lo largo de este primer ciclo, las autoridades desarrollaron 26 sesiones municipales, lo que sobrepasa el mínimo de 22 reuniones oficiales propuestas en la Ley de Municipales.
Por otra parte, por primera vez se tuvo que construir consensos, desde una plataforma plural de partidos políticos.
Principales puntos
El primer punto sensible en agenda recayó en el presupuesto municipal, resaltó el vicealcalde Juan Carlos García, ya que se tuvo que reducir y ordenar el gasto corriente.
Aunque la municipalidad aprobó un presupuesto bajo por el orden de 2,900 millones de lempiras, las exigencias para cumplir el escenario de cero déficit, eran rigurosas.
Pero el verdadero termómetro del ejercicio municipal apareció cerca de la época de verano, el viernes anterior a Semana Santa, y no precisamente para medir la calor.
Sorpresivamente, la Alcaldía aprobó esa noche el contrato de concesión del Trans 450 a los empresarios del rubro por 18 años, con seis votos a favor y cinco en contra.
Asimismo, en las manos de los regidores estalló el conflicto por el cierre descontrolado de calles con portones y trancas, por lo que elaboraron un nuevo reglamento de Barrios más Seguros.
Sin embargo, más fue el escándalo y las protestas que la aplicación de las disposiciones que prohíben el cierre de vías de alivios, previo a un estudio de movilidad y tráfico.
Dentro del ejercicio municipal se resalta la creación de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (Comas), la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgo y el Observatorio Local de la Violencia.
A lo anterior se le agrega un nuevo reglamento de zonificación y uso de suelo, así como la creación de la ventanilla única para los procesos.
Asimismo, sobresale la resolución de aproximadamente unos 30 expedientes de solicitudes de patronatos y comunidades, según las autoridades.
Método de trabajo
En esta nueva administración se apostó por el desarrollo de reuniones de trabajo previas a las sesiones municipales para agilizar las respuestas y resoluciones, explicó Cossette López, secretaria municipal.
En ese sentido, los miembros municipales tuvieron aproximadamente 30 reuniones durante el año, de las cuales 18 fueron de largas jornadas y discusiones, resaltaron.
En tanto, a lo largo del primer ciclo se efectuaron 26 sesiones de corporación municipal, lo que significa cuatro más de lo obligatorio por la ley (22), indica la secretaria.
Asimismo, la municipalidad celebró en este período al menos tres cabildos abiertos sobre temas de seguridad, ordenamiento territorial y de traspaso de áreas verdes.
En cuanto a la asistencia, López destacó que todas las sesiones se desarrollaron con la mayoría de los integrantes.
“Estuvo bastante bien, con algunas excepciones de personas. De hecho, no se pueden ejecutar sin que haya quórum mínimo y la verdad que hasta la asistencia mínima superamos”, explicó.
Cabe mencionar que el alcalde municipal, Nasry Asfura, tiene una baja asistencia, ya que suele delegar la representación al vicealcalde García.
Fondos rotatorios
A inicio de año también levantó suspicacia la asignación mensual de fondos rotatorios a los regidores por el orden de 100 mil lempiras a cada uno.
Lo anterior obligó a erogar 1.2 millones de lempiras en este renglón, cuestionado por los débiles mecanismos de rendición de cuentas.
Ante lo anterior, el vicealcalde argumentó que “se sigue el proceso de tener los gastos de soporte, pasar por auditoría, presupuesto, contabilidad y luego a tesorería, para que emitan la orden de pago”.
A la fecha, ningún integrante del pleno municipal ha realizado una rendición de cuentas sobre estas asignaciones.
Más polémica levantó el aumento al salario de los miembros de la Alcaldía por 20 mil lempiras.
El vicealcalde y los regidores pasaron a ganar de 55 mil a 75 mil lempiras, a excepción del octavo regidor, Cárlenton Dávila, quien rechazó el aumento, según consta en el portal de transparencia.