La elevada demanda de la electricidad que suministra la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) podría tener un respiro a partir de marzo de 2014.
Y es que la batalla entre la demanda de la población y el pobre servicio que oferta la estatal eléctrica la están ganado los constantes apagones de los que son víctimas los miles de abonados del sistema.
Para el caso el jueves, centenares de capitalinos de 25 barrios y colonias del nororiente se quedaron sin el suministro debido a una nueva interrupción en las líneas 216 y 273.
El aviso de suspensión por cuatro u ocho horas por parte de las autoridades de la empresa estatal es de todos los días. Y los fuertes vientos que se registraron hace unas semanas develaron lo débil y vulnerable que es el sistema energético.
El mal tiempo provocó daños en la subestación Santa Fe -la que abastece al 35 por ciento de la ciudad-, lo que dejó a más de 250 mil abonados sin el fluido por más de cuatro días.
Expertos en desarrollo urbano consideran que el déficit que se registra del servicio público radica en el crecimiento desordenado del Distrito Central.
En las ciudades gemelas el crecimiento urbano sobrepasó el 4.4 por ciento anual hasta 2012, ocasionado principalmente por la migración de personas del campo a la ciudad.
Refuerzo al servicio
Pese a sus problemas económicos, la estatal eléctrica inició la construcción de una nueva subestación administradora de energía eléctrica en el valle de Amarateca.
La construcción de la planta, que será la más grande del país, garantiza una capacidad de carga de 200 millones de amperios.
Según cálculos de los ingenieros que la instalan, esta subestación podría cubrir más de un tercio del consumo de energía de los capitalinos.
El proyecto se construye a un costo de 23 millones de dólares financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y deberá estar listo a finales de marzo próximo.
“La construcción de la subestación de Amarateca está avanzada en un 88 por ciento”, aseguró Leonardo Deras, jefe de la Subgerencia Técnica de la ENEE.
Según el funcionario, la construcción de esta megaterminal distribuidora de energía tiene como objetivo fortalecer la red de 230 mil voltios que viene desde la central hidroeléctrica Francisco Morazán, más conocida como “El Cajón”.
Además hará la interconexión de las líneas que vienen de las plantas generadoras de energía térmica en el sur del país.
La megaestrucura fortalecerá la subestación Suyapa en Tegucigalpa y llevará una línea hasta Olancho para interconectar los abonados de El Patuca.
Otra visión del proyecto es garantizar a través de la instalación de otro transformado, la generación de 50 megavatios para fortalecer a la zona industrial de Amarateca sin tocar la red de Tegucigalpa.
De lograr este objetivo se descongestionarían las líneas de la capital y se mejoraría el servicio en los hogares capitalinos aseguran las autoridades.
Energía baja
En la actualidad, según sus autoridades, la ENEE tiene una cobertura del 98 por ciento en los barrios y colonias del Distrito Central.
Los registros de la estatal,indican que en temporada normal hay una demanda obligada de 1,300 megavatios.
Empero, la ENEE tiene una capacidad instalada para ofertar 1,400 megas, es decir que la institución tiene un exedente de 100 megavatios disponibles con los que se atienden las emergencias.
“La ENEE tiene capacidad de suministrar el 100 por ciento de la demanda, el problema está en las subestaciones de las que dependen los abonados, ya que en algunas hay sistemas de energía baja”, reveló Deras.
Añadió que otro problema son las temporadas altas de consumo, pues colapsan el servicio.
“En esta Navidad la demanda se incrementará en un 12 por ciento”, ejemplificó.
Sin embargo, la versión contrasta con la opinión de los abonados, quienes a diario se ven sometidos a las constantes interrupciones.
Cabe mencionar que el gerente de la ENEE, Emil Hawit, ha justificado en reiteradas ocasiones que las interrupciones del servicio se deben a un abandono de mantenimiento de más de 30 años.
Cuatro subestaciones
Para erradicar los apagones la estatal trabaja en la búsqueda de un fideicomiso para la construcción de cuatro subestaciones en la capital.
De momento los estudios realizados por el departamento técnico de la ENEE indican que las terminales se construirán en la colonia Cerro Grande, Ciudad Lempira, El Chimbo y una ampliación en la subestación de Toncontín.
“La meta es cubrir los cuatro puntos cardinales del Distrito Central en zonas donde pasan líneas de alta tensión”, dijo.
La construcción de las substaciones debería iniciar el próximo año, de acuerdo al calendario de prioridades de construcción que hay en la empresa.
Además se tiene previsto aumentar la capacidad de generación de energía eólica en el Cerro de Hula, en el municipio de Santa Ana, donde existe la posibilidad de generar 25 megas extras, alcanzando los 128.
“Hay proyectos identificados generadores de 50 megavatios en Ojojona y 40 más en estudio en Sabana Grande”, informó.