Tegucigalpa, Honduras.- Cada día es una batalla para Luz Amparo Fonseca Sierra, una madre de 68 años que no se rinde ante la difícil tarea de cuidar a sus dos hijas con microcefalia severa. Desde su hogar en la colonia La Cañada de Tegucigalpa, pide ayuda para poder darles lo indispensable.
Sus hijas, Bessy Cárdenas, de 45 años, y Sury Cárdenas de 34, dependen en todo momento de ella. Aunque son adultas, su comportamiento es como el de bebés que necesitan que su madre las bañe, las vista y hasta que les dé de comer en la boca.
“A veces me duermo a las 3:00 o 4:00 de la mañana porque se ponen muy inquietas y lloran. No es fácil, pero soy su madre y aquí estoy con ellas”, expresó con la voz entrecortada.
Todas las semanas Luz Amparo debe gastar alrededor de 5,000 lempiras en la compra de leche, pañales y medicamentos. La leche tiene que ser especial y es costosa, pero necesaria para evitar que se desnutran.
“Usted sabe que si con un niño normal se sufre, no digamos con dos hijas en esta situación. Yo apelo al corazón de la gente, que me pueda ayudar con ellas para que sobrevivan. Mi situación es bien difícil”, relató.
La fuerza de esta madre radica en su fe y en el amor hacia sus hijas. Aunque su propia edad y las dificultades de la vida parecen pesarle, no deja de luchar, convencida de que un día alguien escuchará su clamor.
“Ellas son mi vida. Yo no me quejo, solo le pido a Dios que me dé fuerzas para seguir, pero también le ruego a la gente de buen corazón que me apoye porque sola no puedo”, insistió.
Cada aporte, por pequeño que parezca, significa mucho para Luz Amparo y sus hijas. “Lo que más necesitamos es leche, pañales y los medicamentos, que son carísimos”, explicó mientras cuidaba a una de ellas.
Si usted desea ayudar, puede hacerlo depositando al número de cuenta de Banco Atlántida 014220065198 a nombre de Luz Amparo Fonseca Sierra. También puede comunicarse directamente con ella al teléfono 9874-1191.
“Espero que alguien me pueda ayudar con mis niñas. Yo solo quiero darles lo necesario para que vivan un poco mejor”, concluyó con humildad esta madre ejemplar que pide un gesto solidario.