Tegucigalpa

La misión de entregar útiles nos puso a El Común en el camino

Estuvimos en un centro educativo que apenas tiene 45 días de haber sido abierto y les entregamos los útiles necesarios para su formación a 55 alumnos que con su asistencia le dan vida a la escuela

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30.03.2012

“¡Hoy sí compañero, ya tenemos dónde hacer los mapas que nos pidió la profe!” Esa fue la reacción del pequeño Cristian Mendoza al recibir de parte de la Maratón del Saber sus nuevos útiles escolares.

Una enorme sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro curtido por los rayos del sol, al tiempo que procedía con afán a abrir su kits escolar.

El paquete de materiales contenía un cuadernillo de papel bond, precisamente lo que necesitaba para realizar un álbum de Estudios Sociales que le había dejado su maestra.

“Sí, qué bien que nos han venido a entregar estos útiles”, respondió su amigo Nelson Martínez.

Ambos menores son alumnos del sexto grado de la escuela Dionisio de Herrera de la comunidad de El Común, municipio de Alubarén, en el departamento de Francisco Morazán.

Y es que la misión de poner al alcance de los niños de escasos recursos económicos los útiles escolares necesarios para su año lectivo nos puso a El Común en el camino.

Por coincidencia, después de recorrer más de 50 kilómetros de la carretera que conduce al municipio de San Miguelito, llegamos a esta escuela donde reciben el pan del saber 55 menores.

Este centro apenas tiene 45 días de haber sido abierto, por lo que la llegada inesperada de la caravana de La Maratón del Saber los tomó por sorpresa.
Día de fiesta

Pero el asombró fue más allá, ya que Don Borrador y las Caritas Felices se robaron el show, por lo que la entrega de útiles se convirtió en una verdadera fiesta para los escolares.

Luego de explicar las razones de la visita, se pidió a los escolares formarse en filas por grado para recibir sus donativos. En esta ocasión los niños recibieron, además de cuadernos, lápices, borradores, Catrachín y el Aprende Conmigo, una malteada, obsequio de la Sula.

“Cuándo nos íbamos a imaginar que íbamos a recibir estos regalos”, dijo Pedro Hernández, alumno del sexto grado.

La escuela de El Común es unidocente, la maestra Karen Mendoza se encarga de asistir los seis grados.

Al tratarse de un centro educativo recién abierto, son muchas sus necesidades. Por ejemplo, urge la construcción de un aula, ya que actualmente los alumnos de primero a tercer grado reciben clases hacinados en un solo salón.

Para los escolares de cuarto a sexto grado, un padre de familia de la comunidad presta una casa.

Mobiliario, material didáctico y libros de texto, entre otros, son los materiales requeridos por la escuela.