El fútbol es el deporte que mueve a millones de aficionados en todo el país, pero existen una infinidad de deportes que despiertan las mismas pasiones que el balón pie.
Una de las disciplinas que está acaparando la atención de la juventud capitalina es el skateboarding o simplemente skate, que nació como una manera de surfear bajo tierra abordo de un monopatín, tabla o skate, como se le llaman los aficionados.
Este deporte consiste en deslizarse sobre la tabla con ruedas y realizar diversidad de trucos, piruetas y figuras.
Aunque nació en el estado de California en Estados Unidos en la década de los 50 se ha abierto paso entre los adolescentes y jóvenes de todo el mundo, según un reportaje del año 2002 para la American Sports Data se estimó que había 40,5 millones de skaters (aficionados) en todo el mundo.
En la capital varios grupos de jóvenes luchan contracorriente por difundir esta cultura pues aseguran que “solo se apoya a equipos de deportistas cuya disciplina tenga que ver con un balón”.
Debido a la falta de conocimiento la aceptación de esta actividad como deporte ha sido cuesta arriba, pues aunque nación como una cultura callejera se ha convertido en un deporte extremo.
El principal obstáculo que deben enfrentar sus aficionados en las ciudades gemelas, es la falta de parques acondicionados, por lo cual se veían obligados a practicar sobre espacios urbanos como gradas, barandales, las calles y aceras.
En la capital solo existen parques para prácticas de skate, en La Leona y el parque Naciones Unidas, más conocido como El Picacho, lugares que resultan inaccesibles para muchos skaters de Comayagüela.
Por lo cual un grupo de aficionados del barrio El Obelisco decidieron construir su propio skatepark (parque de aficionados) en un lugar abierto y sobre todo público donde todos los jóvenes pudieran practicar en una zona segura y especial para deslizarse y saltar.
El reto
Para cumplir su sueño se organizaron el grupo skatepark El Obelisco, que aglutinó a los aficionados de al menos 20 colonias aledañas al parque, localizado frente al parque El Soldado.
Una vez organizados crearon una maqueta del parque de sus sueños, las cuales difundieron por las redes sociales en busca de respaldo financiero.
Debido a la falta de recepción positiva de la iniciativa decidieron organizar presentaciones para recaudar fondos.
Alejandro Ponce, uno de los líderes del grupo relató que el primer peldaño sorteado para alcanzar su meta fue lograr un permiso por parte de la Alcaldía Municipal para instalar el parque en la cancha deportiva del parque El Obelisco.
“Llegamos a un acuerdo con los deportistas que practican baloncesto y la municipalidad nos concedió la mitad del espacio”, afirmó.
Luego lograron recaudar unos 35,000 lempiras para construir dos rampas y varias bases móviles para instalar barandas, así como la iluminación del espacio.
Hoy en día el lugar es visitado por jóvenes de los barrios aledaños como los barrios Lempira, La Concepción, Bella Vista y Perpetuo, Socorro y hasta han recibido la visita de muchachos procedentes del municipio de San Buenaventura.
Sin embargo, reconoce que una de las mayores limitantes es la inseguridad para practicar el deporte durante la noche, pues la zona se convierte en un burdel callejero.
“Necesitamos que las autoridades valoren todos los deportes por igual, porque desde cualquier disciplina los jóvenes de pueden alejar de las pandillas y los malos hábitos” afirmó Andrés Palma, otro de los integrantes del equipo.
Por ahora pueden decir que su labor esta por la mitad, pues aún les faltan muchos detalles que concluir en su skatepark El Obelisco, pero aseguran que no se detendrán hasta verlo concluido.
“Para nosotros ver a nuevos jóvenes practicando este deporte es ya una gran ganancia, hemos roto el estigma que este deporte es solo para vagos, pues los skaters del Obelisco somos gente de bien”, dijo Marilú Gutiérrez.
