TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A Mario Alexander Juárez no solo su parecido físico con el hijo del carpintero de Belén le hizo el candidato idóneo en la parroquia El Calvario para interpretar a Jesucristo durante el camino a la cruz.
El hombre de 38 años este Viernes Santo será nuevamente el rostro del Divino Maestro en el barrio El Calvario. No es la primera vez que lo hace, ya tiene 17 años apoyando en la realización de cuadros vivos con su talento y dedicación a evangelizar.
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Juárez recordó que durante sus primeras participaciones, sus sentimientos eran llenos de emoción y ahora su interpretación la realiza con amor.
“Ahora lo hago con un sentir sincero y profundo, experiencia y sentimiento. Hoy lo hago por amor, lo hago porque sé la representación que se hace y ese sentimiento nos ha caracterizado como iglesia El Calvario”, expresó Juárez.
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Con su mirada humilde y llena de sinceridad, rememoró los momentos intensos, tanto espiritual como físicamente. “Hay que estar preparado, hay que prepararse físicamente, porque recorremos caminos de tierra”, relató Juárez.
Preparación
Durante los días previos a la Semana Santa, en su natal barrio, Mario deja de ser llamado por su nombre y le conocen como Jesús, sobre todo los niños, quienes le admiran y muchos le han manifestado su deseo de interpretar de mayores al Hijo de Dios, siendo un personaje de inspiración.
Desde pequeño fue acólito, pero nunca imaginó dar su rostro a la imagen de Cristo y ser uno de los cuadros vivos más concurridos de la capital.
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“Fui soldadito, centurión y luego me pidieron interpretar a Jesús y le apoyé a mi hermano”, afirmó el joven.
Juárez es licenciado en Administración de Empresas y trabaja en una cooperativa, en la que recientemente ingresó a laborar, por lo que dará la sorpresa a sus compañeros durante esta participación.
Una de las pruebas que tendrá el comprometido capitalino es que este año su padre, Hugo Juárez, no le acompañará de manera presencial en el recorrido, pues falleció en 2019 a causa del cáncer, por lo que dedicará su participación a su padre durante esta interpretación del Mártir del Gólgota. Su fuerza es su amor y fe por Dios, así como por su familia.
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