A pesar de la fuerte inversión que han realizado las autoridades municipales y el apoyo millonario de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) para disminuir el riesgo en el Distrito Central, la amenaza continúa latente.
En estadísticas quedaron la entrega de obras de mitigación como las que se realizaron en el cerro El Berrinche, El Reparto y el cerro El Bambú, donde se logró reducir el riesgo de deslizamientos hasta en un 95 por ciento.
Y es que al paso de estas grandes obras también se marcó la vigencia del mapa de riesgo, que en 2002 había definido unos 17 puntos de riesgo en las ciudades gemelas.
Conscientes de la situación, expertos de JICA comenzaron a realizar las investigaciones para hacer el levantamiento geográfico para diseñar un nuevo mapa que identifique cuál es la nueva situación de riesgo y vulnerabilidad que hay en la capital.
Preocupante
El nuevo estudio de vulnerabilidad está a cargo del experto japonés Go Sato, quien develó que el nuevo mapa estará listo en marzo del 2014.
Aunque hasta el momento el proceso de mapeo se encuentra en la identificación geográfica de los puntos, los primeros hallazgos son preocupantes.
A la fecha, según el grupo de especialistas se han detectado, luego de un recorrido fotográfico, que hay en los barrios y colonias de la capital unos 1,000 puntos donde existe algún tipo de riesgo.
Sato, quien pertenece a la Teikyo Heisei University, estimó que se han hecho estudios aéreos de suelo y visitas de campo para después determinar el tipo y la gravedad de los problemas.
“En todas las áreas donde hay suelos agrietados, hay señales que a corto y largo plazo puede haber un deslizamiento”.
Añadió que se pretende hacer un análisis del estado de los suelos y de los estratos geológicos que están presentes en las zonas para tratar de determinar la estabilidad de estos lugares.
Sato agregó que en la actualidad se trabaja en el estudio de deslizamientos de tierra, que representa en la capital el mayor de los problemas.
El especialista japonés consideró que la verdadera importancia del mapa es que los pobladores se den cuenta del lugar donde viven y las condiciones de seguridad que los rodea.
En la elaboración del mapa participan académicos y estudiantes de universidades públicas y privadas con el fin de capacitarlos y empoderarlos en la situación de vulnerabilidad real que hay en la capital.
Asimismo destacó la importancia que tendrá en el área de ordenamiento territorial ya que con este mapa podría haber una herramienta de verdadera planificación urbana.
Tipos de fallas
Técnicos de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), afirman que en el Distrito Central hay un 85 por ciento de fallas geológicas y apenas un 15 por ciento de fallas producidas por causas hidrológicas.
El director de Gestión de la Prevención de Copeco, Gonzalo Fúnez, consideró que este incremento del riesgo lo ocasiona el crecimiento desordenado de la población que hay en barrios y colonias.
“No existe en las periferias de la capital un sistema de acueductos y de canalización de aguas grises y residuales efectivo”, indicó.
No obstante, el funcionario recordó que los problemas ya no solo están en las periferias, si no que en complejos residenciales de clase alta.
Funes recordó que este mismo tipo de problemas se registran en Ciudad del Ángel, en residencial París, Villas del Tablón, Miramesí, Los Pinos, Izaguirre, La Mololoa, La Obrera, entre otras.
Permisos se dejaron de emitir en 2012
A diez días de la reactivación de la falla geológica en el proyecto habitacional Ciudad del Ángel, que dejó varias viviendas destruidas, el éxodo de familias continuó en el sector.
En este complejo habitacional, 187 de las 200 viviendas que lo componen están en riesgo de deslizamiento, por lo que autoridades municipales y la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) lo declararon inhabitable.
En horas de la mañana, era fácil observar varios vehículos saliendo, cargados de electrodomésticos.
Según las autoridades de Copeco, en el devastado lugar quedan menos de 47 familias.
Gonzalo Fúnez, director de Prevención de la entidad de socorro, informó que el personal trabaja en la elaboración de un informe técnico que determine la magnitud del fallamiento que cruza por la residencial.
Los afectados, por su parte, lamentan que las autoridades municipales no hayan detenido la construcción del proyecto debido a las deficiencias geológicas del terreno.
Marla Puerto, gerente de Control de Prevención y Mitigación Municipal, reconoció que la gerencia de Construcción de la comuna capitalina dejó de aprobar los permisos hasta el 2012.
La funcionaria justificó la acción con el argumento que hasta el 2011 existió un mapa de riesgo que identificara las zonas de alto peligro.
“La urbanizadora actualmente solicitaba permisos porque el proyecto se realizó por etapas, pero cuando se detectó la falla la municipalidad frenó la aprobación”, dijo.
Añadió que hasta el 2011 no había una herramienta legal que solicitara requisitos para construir un proyecto habitacional en la zona.