¿Qué significan las cinco estrellas de la Bandera Nacional?
“Las cinco Repúblicas de Centroamérica, maestra”, respondieron los alumnos de seis grados a una sola voz.
Este relato parece de un día normal de clases, pero en la colonia Altos de la Laguna representa el esfuerzo de una maestra comprometida con su profesión.
Con un espíritu lleno de energía, en cuatro paredes sin ventanas y su bolsillo lleno de sueños, Floris Alba Mendoza imparte el pan del saber a 46 niños en medio de la precariedad.
En este humilde barrio ubicado al norte de la capital no existe un inmueble para una escuela, tampoco plazas para ninguna maestra; pero sí una necesidad latente de educar y formar a los niños de la comunidad.
Y ante la carencia de recursos de los habitantes y el abandono de las autoridades, la profe Floris, como la llaman sus alumnos, con el respaldo de la comunidad, decidió instalar en el centro comunal un aula de clases.
A partir de enero de este año se creó el centro educativo para brindar un espacio a los niños que se quedaron sin matrícula en las escuelas aledañas por falta de recursos.
Es así como los vecinos emprenden la lucha por tener acceso a un centro educativo cerca de sus hogares.
Y fue así como le ofrecieron la propuesta de impartir clases a la profesora Floris, detalló Jacobo Pastrana, presidente del patronato de la comunidad.
Al culminar sus estudios esta docente nunca se imaginó laborar en una escuela sin nombre y unidocente, pero asume el reto diario con compromiso y entrega.
“Estudié magisterio por convicción, para educar y formar a los jóvenes que son el futuro del país”, afirmó.
Palabras que torna en acciones cada día porque, aunque no gana un centavo por su trabajo, recibe con gratitud el cariño de la comunidad y en su primer año de trabajo tiene la satisfacción de egresar a cuatro alumnos de sexto grado.
Niños que no recibirán un diploma ni tendrán una ceremonia de graduación, pero que llevan en su mente las enseñanzas de su maestra.
Pues los líderes comunitarios aún no han logrado que se inscriba el centro educativo en la Dirección Departamental de Educación.
Retos
La profesora Floris añora la oportunidad de contar con un centro educativo completo, una plaza en el sistema educativo público y muchos alumnos para educar.
Hasta la fecha apenas ha recibido un salario, mismo que le donó un aspirante a cargo de elección popular, y uno que otro aporte de los padres de familia.
Sin embargo, admitió que mientras tenga muchos niños que educar en su pequeño recinto educativo, la esperanza de adquirir una plaza y un salario digno todos los meses, no se termina.
Pese a realizar su labor sin remuneración económica, sus alumnos sobrepasaron los 200 días de clase.
“Sería maravilloso tener un aula de clases segura, acondicionada con sillas, computadoras y buenos pizarrones”, admitió.
Mientras tanto los niños de pies descalzos y harapos de Altos de la Laguna, seguirán educándose en el suelo y un pequeño cuarto donde no hay ventanas ni puertas y mucho menos pupitres.