Tegucigalpa

Entre L 48 mil y L 120 mil pueden costar los gastos fúnebres en el Distrito Central

El paquete intermedio que ofrece féretros con precios entre cinco mil y siete mil lempiras es el más solicitado. Desde la pandemia, al menos cinco lotes fúnebres al mes se venden en camposantos privados
01.08.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Además del alto costo de la vida en el Distrito Central, donde el precio de la canasta básica alcanzó en junio pasado los 2,093.55 lempiras per cápita al mes, los gastos de morir en la capital son aún más elevados.

Y es que independientemente de la causa de muerte, cubrir un acto fúnebre que incluye desde la compra de un ataúd hasta la apertura de una fosa y otros detalles, puede rondar entre los 48 mil lempiras para la clase media o superar los 120 mil lempiras para la clase alta.

LEA TAMBIÉN: Destinarán L 500 millones para intervenir aldeas, barrios y colonias de la capital

Para determinar las cifras, el equipo de EL HERALDO visitó diferentes establecimientos dedicados al rubro para obtener los valores promedio.

Marlon Rivera, encargado de Funeraria San Carlos, ubicada en la colonia El Prado, explicó que hay variedad de precios que se acomodan a las necesidades de los clientes. El negocio ofrece tres opciones: el primero es el sencillo, que incluye solo el ataúd por un costo de dos mil lempiras para adultos y 700 para niños; el segundo es el intermedio, que varía desde los 3,500 hasta los 15 mil lempiras, y el tercero al que llaman “imperio de lujo” puede costar hasta 45 mil lempiras o superar la cifra. También incluyen ataúdes más amplios conocidos como king size que rondan los nueve mil lempiras.

“Los féretros cuyo precio supera los cinco mil incluyen otros servicios como el traslado del hospital a la morgue, preparación del cuerpo, traslado a la sala velatoria o residencia, traslado al cementerio y atuendo para el difunto”.

Rivera explicó que la mejor opción para los clientes es adquirir un ataúd de cinco mil lempiras o más para que incluya el paquete. La razón, según el experto, es porque solo la preparación del cuerpo -servicio que también ofrecen adicionalmente- puede costar tres mil lempiras, “pero si piden el paquete, ese servicio sale prácticamente gratis”, aseguró.

En otro sector de la ciudad, específicamente en la colonia Alameda, la Funeraria Excélsior agrega a sus servicios la apertura y cierre de fosas. Wilson Martínez, administrador del lugar, detalló que los clientes pueden adquirir los servicios al contado o a crédito. En la primera opción, el precio por una fosa sencilla es de 18 mil lempiras, mientras que una fosa doble (para dos cuerpos) es de 27 mil lempiras.

Los costos al crédito por una fosa sencilla adicionan una prima de mil lempiras y se pagan sesenta cuotas mensuales de 400 lempiras, cada una. En el caso de las fosas dobles, la prima y el número de cuotas no varían, pero la cifra en cada mensualidad es de 450 lempiras para hacer un total de 27 mil lempiras.

Lápidas hechas con materiales como el mármol y granito son las más costosas.

Otros servicios

La adquisición de una lápida se suma a los costos que implican morir en la capital. Y aunque este accesorio no es de suma necesidad, los deudos siempre buscan agregar un detalle especial para hacer la partida de su ser querido menos dolorosa, mencionó Douglas Gómez, asesor de ventas de Marmoleo, ubicado frente al Estadio Nacional.

Los precios por una lápida van desde los 500 lempiras por un tamaño de tres por ocho pulgadas hasta los 16 mil lempiras por una de cuerpo entero.

“Los clientes copian ideas con diseños que ven en internet y las quieren replicar. Se les entiende porque quieren algo especial para su ser querido, pero son detalles onerosos”, dijo.

El precio de los ataúdes depende de la calidad de la madera, tamaño, resistencia, diseño y tapizado interior, entre otros.

Plan B

Las personas de escasos recursos económicos que no pueden adquirir ninguno de los paquetes mencionados tienen la opción de solicitar en la Gerencia de Orden Público de la Alcaldía un servicio fúnebre y fosa gratuita.

VEA: Reparación de la salida a Olancho solo fue bulla