Cuatro kilómetros caminaron, desde su escuela Licenciado Enemecio Martínez Rodas, del caserío de Tapuyman, hacia la aldea de Soloara.
En esta lejana comunidad, localizada en el municipio de Santa Elena, departamento de La Paz, muy cerca de la frontera con El Salvador, hay sueños y sobre todo esperanzas.
En este lugar remoto, pobre y abandonado, donde casi nadie se atreve a llegar, a los 55 niños que desean superarse los esperaba el equipo de EL HERALDO con su campaña “La Maratón del Saber”.
A pesar del cansancio que representó caminar varias horas por el escabroso camino, bajo el sol y con sed, en sus caritas sudorosas se reflejaba la alegría y un agradecimiento infinito porque no nos olvidamos nunca de ellos.
Inolvidable
A los estudiantes de Tapuyman, EL HERALDO y la fundación Buckner Honduras les prepararon una singular fiesta, realizada al estilo de empresas solidarias y comprometidas con la educación de los más necesitados y a la que Don Lápiz y Don Borrador no podían faltar.
Fue una celebración para regalar mochilas conteniendo útiles y zapatos nuevos.
“Estamos agradecidos y muy contentos con este gesto de solidaridad de EL HERALDO. Mis alumnos ya no asistirán a la escuela con chancletas o descalzos, ni tampoco sin útiles escolares”, expresó Rigoberto Castillo, director del Centro Educativo.
A la muestra de agradecimiento también se unieron los niños y sus padres.
EL HERALDO también les dejó un mensaje de esperanza y solidaridad: que una distancia de 300 kilómetros de la capital no significa estar solos.