Tegucigalpa, Honduras.- Los agricultores de la zona central y parte de la zona sur de Honduras han mostrado su preocupación debido a la escasa lluvia en mayo y las primeras semanas de junio.
Zonas como el Distrito Central, La Venta del Sur, Curarén, Reitoca, San Miguelito y otras dedicadas al cultivo de granos básicos esperan el establecimiento del invierno para iniciar la siembra. No obstante, hasta el momento, las precipitaciones han sido mínimas.
El maíz ha sido el cultivo más afectado, ya que las lluvias de mayo fueron deficitarias.
“Fueron buenas al inicio del mes, pero luego dejó de llover, y en lo que llevamos de junio algunos sectores del sur han tenido buena lluvia, al igual que en parte de occidente, pero todavía falta que las lluvias se establezcan bien”, detalló Francisco Argeñal, director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos).
Argeñal agregó que se proyecta un déficit de lluvias de un 40% en la zona central en comparación con años anteriores, lo que afectaría directamente la producción de maíz si se insiste en resembrar este grano.
Ante este panorama, señaló: “Técnicos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, así como especialistas en seguridad alimentaria, recomiendan sembrar cultivos de ciclo corto, de menos de 40 días, como el frijol, especialmente en la zona central del corredor seco y el sur”.
Argeñal informó que hay una parte de la zona sur donde llueve bastante, pero hay municipios como San Francisco de Coray, Aramecina, La Venta del Sur, Maraita y Nueva Armenia donde llueve poco, y se espera que llueva aún menos. “Justamente ahí puede haber afectación”, amplió el director de Cenaos.
Las pérdidas podrían ser principalmente de maíz, en la siembra de primera.
No obstante, se espera que en la postrera las cosechas sean más fructíferas. Aunque Cenaos pronosticó un invierno regular, Argeñal reconoció que fallaron en el pronóstico de mayo.
“Para ser honestos, el pronóstico de mayo tuvo mucha incertidumbre y se falló en varias zonas del país, principalmente en la zona central, donde esperábamos que se estableciera la temporada lluviosa desde el 10 de mayo, cosa que no sucedió, ya que llovió los primeros días, pero luego pararon las lluvias”.
Cenaos espera que, a partir de la primera semana de agosto, el invierno mejore y que las lluvias sean satisfactorias para cualquier cultivo en la época de postrera.
En cuanto a la canícula, indicó que “se espera que inicie temprano, podría ser a finales de junio o principios de julio, pero estaría terminando a finales de julio”, indicó el director de Cenaos.