Tegucigalpa

15 paracaidistas conquistarán los cielos durante los desfiles patrios

Con el lema de “en la tierra nos juntamos y en el cielo nos reorganizamos” el equipo de Salto Libre de las Fuerzas Armadas afina detalles para el espectáculo aéreo durante el 202 aniversario de Independencia
12.09.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La atención se enfoca en preparar su equipo, la precisión es indispensable si saltarán a 5,500 pies de altura, los preparativos culminan y la voz de la Leyenda irrumpe: “¡cazadores vengan!”.

Con prontitud, los 19 miembros del Segundo Batallón de Infantería Aerotransportado atienden el llamado del mayor Óscar Matamoros para recibir instrucciones.

El veterano habló, la oración se realiza para encomendar sus saltos a Dios y luego el grito de “¡salto libre!” da inicio a las prácticas para definir los quince puestos de los paracaidistas que adornarán el cielo el próximo 15 de septiembre durante los desfiles.

Selección

El coronel Selvin Antúnez Medina -comandante del Segundo Batallón de Infantería Aerotransportado- explicó a EL HERALDO que el proceso inició con 22 paracaidistas, sin embargo, este año solo saltarán quince y a través de los saltos de práctica se realizará la selección.

“Inicialmente tienen que ser paracaidistas en caída libre, después miramos las cualidades de precisión y manejo de su equipo para llegar a zonas reducidas”, detalló.

Y es que la semana pasada tres paracaidistas ya fueron descalificados, hoy martes y el jueves continuarán los entrenamientos que definirán los cupos.

Parte de la novedad en esta ocasión es la presencia de dos mujeres paracaidistas, ambas se graduaron en marzo. Otra, por problemas de salud, no participará.

“Por primera vez hacen su práctica iniciando sus aperturas para ser tomadas en cuenta y calificar en el salto del 15”, explicó mientras añadía que ambas, hasta el momento, es muy probable que sean parte de los seleccionados.

Mientras el coronel conversaba con este rotativo, las hélices de la aeronave Bell-412 anuncian el despegue, la zona de lanzamiento y la tripulación está lista, el cielo es bueno y el helicóptero se elevó.

Uno de los tripulantes es el capitán Júan Kaxilt Hernández, miembro de las Fuerzas Armadas desde el 2005, aunque su rostro no transmite miedo, aclara que sí hay respeto hacia la altura.

“Siempre le pedimos al creador del cielo la sabiduría necesaria para realizar el accionar dentro de nuestras capacidades en vuelo, caída y aterrizaje... Antes de saltar pienso en Dios, mi familia y caer sano y salvo”, manifestó.