El despilfarro del servicio de alumbrado público continúa en las calles y avenidas de la capital de Honduras.
Y es que mientras en algunos barrios y colonias de la capital la población demanda del servicio, en los bulevares las lámparas pasan encendidas las 24 horas.
El derroche es tal que según el presidente del sindicato de trabajadores de la ENEE, Miguel Aguilar, una lámpara de 100 watts encendida todo el día consume al menos 2.4 kilowatts que le cuestan a los capitalinos entre 12 y 15 lempiras diarios.
Aunque en la actualidad no existe un detalle de cuántos bombillos pasan encendidos en la capital, Aguilar no dudó en decir que las pérdidas son millonarias ya que no existe en la estatal un plan de mantenimiento permanente de alumbrado público.
Esta particularidad ha generado que Tegucigalpa se haya convertido en una ciudad a oscuras ante la falta del servicio público.
Hasta la fecha se considera que hay un déficit de al menos 100 mil lámparas.
Sin embargo, los almacenes de la estatal eléctrica permanecen vacios debido a la falta de insumos. “Si hay bombillos no hay fotoceldas, y si hay fotoceldas no hay lámparas”, lamentó Aguilar.