Juticalpa, Olancho.- El locutor radial, cronista deportivo y exfutbolista Carlos Gilberto Aguirre, perdió la vida tras haber sido atropellado en la madrugada de este domingo 1 de junio en Juticalpa, Olancho.
El hecho ocurrió en el barrio Buenos Aires, por donde caminaba Aguirre cuando fue embestido por un vehículo en al menos dos ocasiones, según relataron vecinos.
A la escena del suceso llegaron elementos del Cuerpo de Bomberos y del Sistema Nacional de Emergencias 911 para intentar salvar su vida, pero él ya no tenía signos vitales.
Posteriormente, llegaron oficiales de la Policía Nacional para iniciar las investigaciones sobre la muerte de Aguirre, quien laboraba en Radio Oro Estéreo junto a su hermano José Orlando Aguirre.
El funeral de Carlos Gilberto Aguirre se desarrollará en horas de la tarde en este domingo, en la funeraria El Buen Pastor.
Sobre Carlos Gilberto Aguirre
Carlos Gilberto Aguirre nació en 1957, oriundo de Juticalpa en donde su voz se convirtió en una de las más recordadas por los pobladores, ganándose su cariño por su carisma en el micrófono. Pasó por varias emisoras radiales, entre ellas, la extinta Radio Excélsior en la que narraba con pasión los partidos de fútbol.
Asimismo, muchos lo recuerdan como un futbolista con mucho talento. Algunos lo consideraban como el mejor futbolista que Olancho ha tenido.
"El mero queso", como le llamaban de cariño, jugó con el Atlético Olanchano, Sulimán y el Juticalpa FC. Este último club expresó sus condolencias por el fallecimiento de Aguirre.
"La Junta Directiva e integrantes del Juticalpa FC, lamenta, con profundo pesar, el fallecimiento de nuestro querido amigo e histórico jugador Carlos Gilberto Aguirre. Nuestras más sinceras muestras de condolencia a familiares y amistades. ¡Descanse en paz!", escribió el equipo en una nota de duelo.
A sus 68 años, Aguirre se mantenía activo participando en torneos locales de veteranos, en los cuales demostraba que conservaba su talento con el balompié.
La muerte de Carlos Gilberto Aguirre ha dejado además de enlutar a su familia y amigos más cercanos, deja un vacío en la comunidad radial de Olancho, en el fútbol y en quienes fueron sus oyentes y ahora recordarán con nostalgia sus crónicas y narraciones.